Durante seis años, un matrimonio violó a cuatro de sus cinco hijos de entre 5 y 16 años. Los nenes -2 varones y 2 nenas- lograron escapar dos veces de la casa del espanto, y le pidieron ayuda a una vecina.
Entonces, la vecina se comprometió y fue a la Comisaría local a denunciar. No fue una vez, fue dos veces. Siempre le cajonearon la denuncia. El cajoneo tenía explicación. Y la explicación se descubrió ahora. El matrimonio estaba complotado con un policía local y ese efectivo terminó detenido.
El oficial Carlos Genta no sólo hizo la vista gorda ante cada denuncia, sino que según la causa que lleva adelante la fiscal Verónica Zamboni, abusó de los nenes también. Y no sólo eso, en complicidad con otros cuatro policías, aún libres, vendieron "los servicios sexuales de los nenes" a otros vecinos.
Un ejemplo del daño que sufrieron los chicos lo describe el dictamen forense: "la nena de diez años nunca podrá ser madre. Dañaron su zona genital de una forma que nunca vi en toda mi carrera profesional".
La madre de los nenes terminó presa y se negó a declarar. El policía Genta negó los cargos. Y el padrastro escapó, informó MinutoUno.
Los nenes, dañados para siempre, destrozados de por vida, están al cuidado de la vecina que se animó a denunciar. Pero la historia no terminó ahí. La vecina, ahora vive amenazada. Esto es solo el comienzo de un espanto sin fin.