Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Atenas durante la contundente primera huelga general de 2013 contra las medidas de ajuste que impusieron al país sus acreedores, a cambio de un salvataje financiero.
La huelga de 24 horas es la consecuencia del serio empeoramiento de la ya grave situación de la población a lo largo del último año.
La multitud se desplazó hacia el parlamento, tocando tambores y soplando silbatos por las calles como parte de la huelga de 24 horas. Un intercambio de pedradas y granadas de gas lacrimógeno entre fuerzas de seguridad y jóvenes con pasamontañas, que transmitió la BBC, solo produjo disturbios localizados.
La huelga general de 24 horas tuvo alto acatamiento y paralizó al país. Detuvo casi toda la actividad privada y pública, así como la enseñanza, el transporte público salvo los autobuses, la banca y los hospitales, donde solo hubo personal de emergencia.
Los barcos, en este país disperso por una península y múltiples islas, quedaron en puerto. Tampoco salieron los vuelos internos, y no hubo transporte ferroviario de larga distancia.
La huelga fue lanzada por las dos principales centrales sindicales griegas, ADEDY y GSEE, que congregan 2,5 millones de trabajadores en un país de 11 millones de habitantes con una población económicamente activa de 4 millones.
Tomaron parte de la protesta trabajadores, desocupados, jubilados y despedidos y también profesionales y universitarios.
Ilias Iliopoulos, el secretario general del sindicato del sector público (ADEDY) declaró “Un estallido social está cerca”.
El primer ministro, Antonis Samaras, adoptó una dura estrategia ante los huelguistas en los ocho meses que lleva en el poder. Ya recurrió dos veces en lo que va del año a las leyes de emergencia para obligar a trabajadores en huelga a retomar sus tareas: contra los marítimos y contra los trabajadores del subte ateniense.
Grecia padece ya seis años de recesión y lleva tres de ajustes sucesivos y reiterados. En el interín, se triplicó la tasa de desempleo, que se estima que llegará al 30% en 2013, y entre los jóvenes ya alcanza al 60%. La indignación se dirige contra los políticos locales y europeos.
Grecia, el país más empobrecido de la Eurozona, carece de la posibilidad de devaluar debido a que su masa monetaria la controla el Banco Central Europeo.
Desde el inicio de la recesión a finales de 2008, un millón de personas han perdido sus trabajos en Grecia, con lo que el número total de desempleados es de un millón 350 mil, según datos oficiales de noviembre de 2012 reportados por la agencia ANSA.
También hubo manifestaciones en la segunda ciudad griega, Salónica, y en otros sitios, como la isla de Creta.
Faltan pocos días para que el gobierno griego renegocie con los prestamistas internacionales la nueva cuota del rescate bancario, y se espera que en esta oportunidad, como en las anteriores, se exija al gobierno ajustar más aún las tuercas económicas a la población griega.
- 21 febrero 2013