Huelga de subte deja incidentes y 60 trabajadores despedidos en San Pablo

El paro amenaza con dejar sin transporte a miles de personas que asistirán el jueves al partido inaugural del Mundial de fútbol en el estadio Arena Corinthians, porque el subte es el principal medio de transporte para llegar al estadio.

 A dos días del inicio del Mundial, una huelga de trabajadores de subte iniciada hace 6 días terminó ayer con el despido de 60 empleados por parte del gobierno de San Pablo y la utilización de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que intentaban bloquear el acceso de una estación.
La gobernación paulista anunció el despido “por justa causa” de 60 empleados del subte que secundaron ayer el quinto día de huelga pese a que la justicia declaró el paro de actividades como ilegal.
El paro amenaza con dejar sin transporte a miles de personas que asistirán el próximo jueves al partido inaugural del Mundial de fútbol en el estadio Arena Corinthians porque el subte es el principal medio de transporte para llegar al estadio.
La presidenta Dilma Rousseff había reiterado el domingo sus críticas contra los paros que pueden afectar al público que irá a los estadios y dijo que era “fundamental que la gente tenga derecho a gozar de esta gran fiesta que comienza esta semana”.
El anuncio de los despidos de los huelguistas se produjo después de que la policía dispersara con gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes en una de las estaciones.
Tras ello, las autoridades paulistas dejaron claro que endurecerán su trato a los huelguistas, amparadas en la decisión del Tribunal Regional de Trabajo que declaró ilegal la huelga por “abusiva”.
“¿Quiénes son esos despedidos? Aquellos que ya fueron fichados con pruebas materiales por vandalismo, uso impropio del Metro (subte), que bloquearon físicamente los accesos, que incentivaron a la población a entrar sin pagar. En conclusión, los que cometieron las transgresiones más graves”, declaró ayer el secretario de Transportes de San Pablo, Jurandir Fernandes.
El secretario agregó que quien no haya regresado a trabajar ayer por la tarde también pasará a “incurrir en falta gravísima y será penalizado con el despido por justa causa”.
El número de empleados del subte que debían acudir a trabajar ayer por la mañana era de 1.534, pero sólo 255 se presentaron.
Por su parte, el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, ordenó el envío de refuerzos policiales a todas las estaciones para garantizar la seguridad de los empleados dispuestos a acatar la orden judicial y normalizar sus actividades.
Ayer por la mañana, los agentes policiales, además de dispersar gases hacia quienes impedían el acceso a las estaciones, detuvieron al menos a 15 sindicalistas, citó la agencia Brasil247.
Los empleados del subte decidieron el domingo en una asamblea mantener por tiempo indefinido la huelga, que comenzó el jueves desafiando la decisión judicial.
El Tribunal de Trabajo también determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (unos 222.120 dólares) diarios en caso de que mantenga la paralización.
El tribunal, en una audiencia de conciliación, fijó un incremento salarial del 8,7 por ciento por parte del subte de San Pablo, gestionado por el gobierno regional, frente al 12,2 por ciento que reclama el sindicato. 

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