Un sábado de ensueño para Iga Swiatek. La polaca no dejó dudas en la final de Roland Garros, sacó todas sus credenciales y venció a la estadounidense Cori Gauff por 6-1 y 6-3 para quedarse con el Grand Slam, siendo un triunfo que, además, le valió varios hitos, entre los que se destaca su racha histórica de 35 consecutivos.
La N°1 del ránking WTA llegaba a este partido decisivo en el Court Philippe Chatrier, como a lo largo de su recorrido en el certamen, con la etiqueta de favorita al trofeo, la que hizo notar con cinco barridas en sus seis rondas anteriores disputadas.
Y ante la norteamericana, desde el inicio, demostró el porqué de su mote. Tan solo en el primer game, le propinó un quiebre de servicio a su rival, al que siguió con otro en el tercero, para luego quedar 3-0 arriba en el arranque.
De su formidable comienzo, la nacida en Varsovia hizo del set un trámite, con una nueva rotura de saque para el 6-1, frente a una norteamericana, de 18 años, que sintió su contundencia, con un porcentaje de eficacia que no superó el 50% tanto en los primeros servicios como en los segundos.
Fue entonces, en la segunda manga, que la 23ª de la tabla mundial respondió de inmediato con una quiebre a la máxima candidata, lo que aprovechó para encontrarle el rumbo al encuentro.
Sin embargo, la tenista, de 21 años, recuperó su forma y no perdonó: quebró en dos oportunidades seguidas para remontar y luego dirigirse sin sobresaltos a la gloria, tras una hora y 10 minutos de partido.
De esta manera, Swiatek consiguió el segundo GS en su carrera, otra vez, en territorio parisino, y llegó a su 35° victoria al hilo, la que la convierte en la jugadora con el invicto más largo, desde 2000, junto a Venus Williams, quien lo consiguió ese año. En combinación con la rama masculina, solo la superan Novak Djokovic (43) y Roger Federer (42), en 2011 y 2006, respectivamente.