El vecinalista Roberto Varela dio aviso a la policía cerca de las 15 y un móvil del Comando Radioeléctrico se hizo presente en el lugar para impedir que los Baeza y los Lincopil protagonicen nuevamente una reyerta.
Durante toda la tarde del sábado la policía tuvo que disponer de una guardia en el sector y evitar que cualquier motivo fuera suficiente para iniciar un tiroteo.
Estas familias, que residen en la calle Los Ciruelos entre Franzoni y Adela Small del Máximo Abásolo, mantienen desde hace tiempo diferencias existenciales que han provocado más de un encuentro a golpes y a tiros.
En el último episodio, el miércoles, la presencia de un móvil policial agravó la situación y los servidores públicos sufrieron las consecuencias del enfrentamiento.
Según se informó, la disputa de ayer pretendía ser a golpes de puño pero no se concretó, aunque no se descarta que luego aparecieran armas de fuego o blancas, ya que la policía impidió que alguno de los integrantes de ambas familias saliera herido.
Nuevamente la confrontación empezó cuando un ataque de piedras sorprendió a los integrantes de una de estas familias.
La policía disuadió a los protagonistas de la escena, pero como se advertía una tensa calma, se dispuso la presencia de un móvil policial en las adyacencias. El último miércoles hubo detenidos, pero luego recuperaron su libertad y esto motivó que se pretendieran saldar deudas en la tarde de ayer.
Una ambulancia se había hecho presente en el lugar, pero su intervención no fue necesaria porque no hubo heridos.
Impiden otro enfrentamiento entre dos familias del Abásolo
Las dos familias de la zona de quintas del barrio Máximo Abásolo que el último miércoles protagonizaron un enfrentamiento a los tiros en la vía pública, quisieron reeditar ayer las diferencias que mantienen pero la rápida intervención policial impidió cualquier provocación.