Tras el cambio de calificación jurídica por una menos gravosa, como implica la “participación secundaria”, Darío Terk accedió a un acuerdo para abreviar su situación y comenzar a cumplir condena por el robo que protagonizó el 4 de diciembre de 2012 junto a Cristian “Tití” Córdoba, en la agencia de viajes Ceferino.
La pena que aceptó fue de 5 años de prisión efectiva y reconocerse responsable de aquel delito. En esos términos se presentó el acuerdo abreviado. La audiencia se llevó a cabo el jueves en la Oficina Judicial y la presidió el juez natural de la causa, Mariano Nicosia. En ese acto, la Fiscalía fue representada por el fiscal general, Adrián Cabral, mientras que el acusado recibió la asistencia de la defensora pública, Viviana Barillari.
Allí, tras la presentación de las partes, el acusador público le pidió al magistrado que homologara el presente acuerdo de juicio abreviado contra Darío Terk y lo condenara a 5 años de prisión de efectivo cumplimiento.
El magistrado analizó dicho acuerdo, pero se rehusó a homologarlo en esos términos, entendiendo que el mismo no superaba los controles que señala el artículo 355 de Código Procesal Penal, lo cual no confirmó a la defensa y desde esa parte se adelantó en audiencia la posibilidad de impugnar la resolución.
CASI 2 AÑOS PROFUGO
Se debe recordar que Darío Terk permaneció prófugo durante casi dos años, luego del asalto a la agencia de viajes “Ceferino”, ocurrido a fines de 2012 en pleno centro de Comodoro Rivadavia.
Su detención la concretó la policía de General Roca por averiguación de antecedentes y medios de vida. Así se llegó a establecer que se trataba del mismo sujeto sobre el que pesaba una captura desde Comodoro Rivadavia, ciudad a la que fue trasladado para ser sometido a proceso penal.
El asalto, tal como informó oportunamente Diario Patagónico, se registró en la mañana del 4 de diciembre de 2012 cuando Cristian “Tití” Córdoba y Terk ingresaron al comercio ubicado sobre calle 9 de Julio al 800. En esos momentos se encontraban en el local varias personas, entre empleados y clientes.
Luego de permanecer durante algunos minutos dentro de la agencia hasta que se fueron todos los clientes, Córdoba extrajo un arma de fuego y apuntó a tres empleadas a quienes obligó a arrojarse al suelo. En tanto, Terk se dirigió hasta una oficina y amenazó con otra arma a un trabajador para exigirle dinero.
Tras asestarle un culatazo en la cabeza y efectuar un disparo intimidatorio que dio en la pared, el delincuente se apoderó de una suma de dinero. A los pocos días fue detenido Córdoba, quien luego terminó condenado por ese robo.
El caso fue oportunamente calificado por el fiscal general Adrián Cabral como robo agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de coautor para Terk, y en la apertura de la investigación –realizada el 26 de setiembre– se dejó constancia de la prueba incriminatoria que obra en el legajo y se dictó un mes de prisión preventiva, la cual se prorrogó en otras dos oportunidades hasta llegar a la presente instancia.