Julián Pariente el sábado a las 21:30 estaba parado afuera del local comercial “De nueve a once”, ubicado en la calle Los Algarrobos del barrio Saavedra. La noche cálida invitaba a salir de atrás del mostrador cuando de repente se le vino encima un joven encapuchado. Julián hablaba por teléfono, mientras en el interior del comercio atendía su novia.
Debajo de la capucha de quien lo intimidaba con un arma exigiéndole dinero, el comerciante notó que se trataba de alguien de contextura grande.
“Dame la plata”, le dijo el ladrón y le apuntaba con un arma presumiblemente calibre 22. “¿Qué plata? No tengo plata”, le contestó Julián.
“Entonces dame el celular”, insistió el delincuente decidido a no irse con las manos vacías.
“No, no te voy a dar nada el celular”, le dijo molesto Julián e instintivamente escondió el teléfono en su mano, escondiendo la misma detrás de su cuerpo.
Como respuesta, el delincuente le disparó. El plomo pegó en un alero del negocio y no alcanzó al comerciante porque se agachó.
Su novia le contó ayer a Diario Patagónico lo que ella vio desde el interior: “un chico se acerca encapuchado con un arma y lo apuntó. Me di cuenta que era un robo, y mi novio se agacha un toque y el otro tira. Y tiró allá arriba (señalando el lugar donde se incrustó el proyectil)”.
Para los damnificados el delincuente disparó a matar. “Le erró; no sé si fue para asustar”, dijo la comerciante.
“Estaba ahí parado, duro, pero no sé si estaba con ‘algo’ encima”, acotó Julián.
Su novia dijo que nunca antes había ocurrido algo así. Es que se trata de un lugar concurrido y el barrio es de los más tranquilos que hay en Comodoro.
El delincuente no alcanzó a robar nada y luego de disparar salió corriendo. Los amigos de Julián y los vecinos comenzaron a perseguirlo hacia la zona alta de Saavedra y finalmente lo redujeron.
“Lo agarraron en la avenida, le pegaron y justo cayó la Policía”, contaron los damnificados.
El personal de Mosconi identificó al menor con las iniciales Y. A. Se trata del hermano de un joven que asesinó a otro en un sonado caso que ocurrió en la vía pública hace un año.
Las fuentes policiales informaron que el sospechoso tiene 14 años, pero que a primera vista parece ser mayor por su contextura. Una vez corroborada su identidad y edad, fue entregado en la comisaría a sus padres.
La Policía realizó un rastrillaje en el lugar de la detención del menor porque no se le halló el arma encima. Según testimonios, alguien habría levantado el arma que el sospechoso descartó en su huida.