La ambigüedad genital, en la pantalla grande

Desde ayer se exhibe en el Cine Coliseo el film dirigido por Lucía Puenzo que se interna en un tema prácticamente inexplorado por el cine argentino: la ambigüedad genital. Ricardo Darín, Inés Efron, Martín Piroyansky, Germán Palacios, Valeria Bertuchelli, Carolina Peleriti y Luciano Nobile protagonizan esta historia acerca de Alex (o Rocío), un (o una) adolescente que oculta un secreto: es hermafrodita.

A poco de haber nacido, sus padres, Kraken y Suli, decidieron dejar la ciudad para instalarse en una cabaña aislada del mundo, en la costa uruguaya.
Un día llega desde Buenos Aires una pareja de amigos con su hijo adolescente, Alvaro.
La inevitable atracción que surge entre sus hijos, provoca que todos se enfrenten a lo que más temían.
Aunque la mayoría de la gente lo ignore, existe un elevado número de bebés que nacen con lo que se denomina ambigüedad genital. Se estima que los casos en donde la asignación de sexo es dudosa, llegan a un uno por cada quinientos nacimientos.
La sociedad contemporánea está viviendo un período de transición normativa y cultural en relación con el hermafroditismo. Y en el cine no había existido, hasta ahora, una historia que contase el momento brutal y transformador en el que una persona que es hermafrodita y alcanza la pubertad, se encuentra con su identidad y su primera experiencia sexual. Un primer enamoramiento confuso y desgarrado que no pude dejar de generar conmoción en ella y en su familia.
El objetivo de Kraken y Suli fue siempre que «Rocío» creciera sin los prejuicios del entorno, protegida y feliz. Y que al alcanzar la pubertad, pudieran juntos decidir qué camino seguir. Ese día ha llegado. El padre de Alvaro, Ramiro, es un cirujano plástico que ha aceptado venir por interés médico.
Su esposa, Erika, fue íntima amiga de Suli en el colegio, pero ya nada en común queda entre ambas. Por otra parte, sus respectivos esposos se detestan. Y por una parte aún más delicada, sus hijos están en esa edad en la que uno vive casi constantemente en un estado de excitación.
Y como si la turbulencia propia de su edad no fuera suficiente, Alvaro se encuentra en pleno conflicto con su sexualidad.
Por eso el joven queda al borde del mutismo cuando, en el primer día de conocerse, esa chica dos años menor que él pero absolutamente precoz, desenfadada y ácida, le propone sin preámbulos que se acueste con ella. Y mientras la relación de ambos va tornándose cada vez más íntima, los adultos se encuentran cada vez más lejos.
La verdad es que, por debajo de su discurso de libre elección, Kraken y Suli no saben cómo afrontar la cuestión del hermafroditismo de su hija (¿o hijo?), a la que el pueblo observa como si se tratase de un fenómeno. Y la fascinación que provoca en algunos podría llegar a tornarse peligrosa.

ESO QUE NO SE DICE
Cuando en el atardecer del tercer día Kraken descubre a los chicos a punto de hacer el amor, se desencadena la tormenta. En el transcurso de las siguientes horas, la incomodidad en el grupo irá creciendo rápidamente, porque aquello de lo que no se habla hace de la convivencia un infierno.
En ese aislado microcosmos, los secretos de todos irán saliendo a la luz, desde temores al contacto personal hasta la crisis en que ha estado largamente hundido el matrimonio de Ramiro y Erika. Y además, el secreto que se esconde detrás del exilio y la rareza fisiológica de Rocío, una verdad que enfrentará a ambos adolescentes con sus sexualidades.

Fuente:

Dejá tu comentario

Las Más Leídas del Patagónico