El casting de La Voz Argentina revolucionó a Comodoro desde su anuncio. Los participantes estaban ansiosos por mostrar su potencial y decidieron agruparse desde el primer momento para no perder la oportunidad de estar frente al jurado en los estudios de Buenos Aires.
La alta temperatura del lunes no fue un impedimento para que a las 16 comenzaran a llegar con sus reposeras. En el transcurso del día se fueron sumando más participantes. A tal punto que a medianoche la fila llegaba hasta la esquina y había gente que ya anunciaba que pasaría la noche en las afueras del Centro Cultural. “Vayan a dormir. Descansen y mañana vienen. Nadie va a perder el lugar”, decían desde la producción del programa de Telefe. Sin embargo, nadie hizo caso. Se quedaron a pasar la noche, aún bajo las ráfagas que se hicieron notar durante la madrugada.
El mate, el café y las guitarras fueron los mejores aliados para hacerle frente al viento y al frío de la madrugada. Algunos no la pasaron bien: solo durmieron una hora en reposera. Pero la emoción por participar del casting podía más que cualquier incomodidad. Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Río Negro y Neuquén eran algunos de los destinos de los artistas que se agrupaban en las puertas del Centro Cultural.
Las puertas se abrieron a las 9 con las primeras audiciones y nadie se quedó sin lugar. La producción se encargó de entregar un cartel con el número de participantes y los hacían pasar para escuchar sus cualidades.
Las audiciones se desarrollaron rápido y se generó un momento de mucha comunión entre los participantes. La espera permitió que todos cantaran, tocaran la guitarra y se conocieran. Se intercambiaron teléfonos y se comprometieron a participar en proyectos en conjunto. Más allá de que solo algunos pasaron a la siguiente instancia, lo que se vivió en Comodoro Rivadavia fue netamente artístico.