La exposición de vehículos clásicos y antiguos encierra cientos de historias

Un halo de nostalgia signado por épocas recientes y lejanas invadió ayer el salón de usos múltiples y el patio exterior de un establecimiento educativo de Caleta Olivia, el Instituto Marcelo Spínola, donde a media tarde quedó inaugurada una exposición multimarca de autos clásicos y antiguos.

Caleta Olivia (agencia)

El público que visitó la muestra en la primera jornada no pudo sustraerse a pensar en las innumerables historias que encierra cada una de las reliquias, algunas de las cuales se mantienen en su estado original y en otras fueron convenientemente restauradas.

Ni siquiera un salón de ventas de autos modernos podría compararse con la atracción de este magnífico escenario que permanecerá habilitado hasta hoy.

Es que rara vez la gente puede ver de manera conjunta algunos de los legendarios Ford T modelo 1922 , un Ford A modelo 1931 o y un Dodge Brothers 1935 motor V6, este último comprado por en un campo de la provincia de Buenos Aires por el joven caletense Juan Almeira, quien contó que lo halló abandonado y desvencijado pero lo atrajo desde un primer momento.

Allí mismo, encerrado por otros “poderosas” máquinas como los Ford Falcon, los Chevrolet 400 y las coupé Chevy con vistosas líneas deportivas, aparecía un VW de los denominados “escarabajos” modelo 1981 y fabricado en Brasil, luciendo impecable pintura roja.

El expositor, Alejandro Urban nos contó que su esposa Isabel se lo compró al ex piloto de competición de Comodoro Rivadavia, Alejandro Rementería, quien se lo había ganado en una rifa de los bomberos voluntarios pero nunca lo usaba y ella lo mantuvo de manera flamante cuando ejercía su trabajo docente.

Luego lo vendió, pero la misma familia volvió a comprarlo cuando lo encontró en una concesionaria y después volvieron a venderlo y a comprarlo por tercera vez a un particular y ahora de manera definitiva lo conservarán porque pareciera ser que el destino del escarabajo estuviera marcado.

VINCULOS DE AMISTAD

Sorteando otras reliquias, como las Ford F-100, Fiat 600, Fiat 128 Europa y un Torino como los que compitieron en la famosa carrera de

Nürburgring (Alemania), nos encontramos con uno de los organizadores del evento y al mismo tiempo integrante de la Agrupación Chevrolet, Pablo Morales.

Nos dijo que, ciertamente, esta muestra es muy especial porque incluso estrecha vínculos de amistad entre los coleccionistas y en el caso de su grupo, dijo que es inolvidable la camaradería que se percibe, sobre todo cuando varios de sus integrantes realizan extensas excursiones con sus reliquias.

Por otra parte, es oportuno señalar que en esta exposición no hay jovencitas promotoras como hasta hace poco tiempo era una costumbre en este tipo de eventos.

Ningún organismo público prohibió esa instancia, pero es evidente que existe un cambio cultural en lo que refiere a la cosificación del género femenino.

Finalmente cabe acotar que el costo de la entrada para solventar gastos de alquiler del espacio, la cena de camaradería y alojamiento de expositores invitados de otras localidades, es de 100 pesos solamente para mayores.

Además, con las mismas el público puede acceder a donaciones que realizaron algunos comercios, entre órdenes de compras, obsequios para las fiestas de fin de año o un servicio de cambio de aceite y filtros.

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