El Mundial de Clubes, que enfrenta a los campeones de los torneos de cada confederación, es seguido con mucha atención en Sudamérica, Asia y África, pero genera poco interés en Europa por la avalancha de partidos locales.
"Podría entender que cuando jugábamos esta competición en Japón o en Emiratos Arabes Unidos hubiera menos interés, pero ahora está a las puertas de Europa. Acepto que estamos decepcionados", dijo un ofendido Joseph Blatter a la prensa.
Alrededor de 10.000 aficionados brasileños viajaron a Marruecos para alentar al Atlético Mineiro de Ronaldinho, mientras que fueron muy pocos los bávaros que aterrizaron en Marrakech para alentar al Bayern de Pep Guardiola.
El suizo cree que el espectáculo montado durante el torneo y la buena impresión que causó el anfitrión Raja Casablanca al eliminar al Mineiro en semifinales pueden darle una mayor emoción y un fuerte incentivo al torneo.
"En Marruecos hemos visto un gran fútbol en un escenario magnífico. Confiamos en que este alto grado de calidad garantice que esta competición genere más interés todavía en el futuro", señaló el mandatario de la FIFA, quien buscará incluir el torneo en el calendario internacional para evitar que se mezcle con las ligas europeas.
"El Mundial de clubes no está protegido todavía por el calendario internacional, como lo está el Mundial", confesó Blatter respecto al torneo que el sábado llega a su fin con el duelo definitorio entre Raja Casablanca, campeón de Africa, y Bayern Munich, ganador de la Liga de Campeones.