Buenos Aires (Télam)
La crisis de River Plate desde el frustrado paso por la Copa Libertadores y la falta de juego en el Clausura -está lejos de la punta- se agudizó por la interna entre cabecillas de la barra bravas y las amenazas al presidente, José María Aguilar.
Darío Santilli, de 36 años, pertenece al sector conocido como «Nuevos Dirigentes» y tras enfrentar a José María Aguilar en diciembre de 2001 -apoyó a su padre, Hugo Santilli- más tarde acordó con la conducción argumentando «formas de convivencia».
Andrés Ballotta, de 35, es contador público nacional y concurrió a las elecciones de diciembre 2005 apoyando al ex presidente, Alfredo Davicce.
Su padre, José Ballotta, fue vicepresidente de River hace una década. Ahora su hijo es parte de una corriente opositora.
Antonio Caselli, de la misma generación aunque un poco más grande, fue secretario de Actas en el comienzo del segundo mandato del abogado Aguilar, aunque se distanció hace seis meses y es, ahora, férreo opositor.
El ex oficialista es hijo del ex embajador en el Vaticano, Esteban Caselli, en tiempos del gobierno de Carlos Menem. Más tarde, de regreso de Italia, acompañó a Carlos Ruckauf en los dos años en que fue gobernador bonaerense.
Mariano Mera Figueroa, contemporáneo de Antonio Caselli, es hijo del extinto ministro del Interior, el abogado salteño Julio Mera Figueroa, ex diputado nacional en 1973 -uno de los más jóvenes en su tiempo- que también estuvo al lado de Menem en los 90.
Con más años y algunas elecciones perdidas -hace un año y medio obtuvo el 8 por ciento de los votos- aparece Daniel Kipper, cuyo padre fue contemporáneo de Hugo Santilli, Alfredo Davicce y David Pintado, además de otros dirigentes históricos como Patrick Noher y Plinio Garibaldi.
Todos los hijos de referentes políticos coinciden en unificar criterios contra la cuestionada gestión de Aguilar, como si la confrontación política e ideológica de otros tiempos hubiera sido llevada a los destinos del club de Núñez.
- 10 mayo 2007