Al estimular los puntos reflejos de los seis sistemas: nervioso, circulatorio, linfático, endocrino, sentidos y digestivo, de nuestro cuerpo logramos la liberación de desechos, toxinas acumuladas por falta de ejercicio, mala alimentación, entre otros malos hábitos. Además, trabaja sobre el estrés, nervios, tensiones o mal funcionamiento de uno o varios órganos, que son eliminados luego por las glándulas excretoras recuperando de esta manera el equilibrio de nuestro organismo.
La reflexología, principalmente ayuda en afecciones respiratorias, digestivas y nerviosas. Es favorable en tratamientos de acné, alergias, anemia, cefaleas, resfríos, celulitis, lumbalgias, ciático, asma, entre otros, ya que estimula en forma directa el sistema inmunológico.
Se debe dejar en claro que la reflexología, así como las demás terapias alternativas, no diagnostican, no curan, y no medican.
En el caso de que el paciente no tuviese diagnóstico y derivación del facultativo correspondiente, se le sugiere una consulta con el mismo, ya que conociendo esto, las indicaciones serán precisas y correctas para cada caso, dado que somos un complemento al tratamiento aportando un alivio.
Logramos nuestro cometido con el consentimiento del paciente, es decir, la predisposición al tratamiento, el creer, lo beneficia con una respuesta rápida y favorable. Deben ser constantes en el cumplimiento del mismo y en lo indicado por los profesionales.
No existe una respuesta al por qué los masajes en los pies producen una réplica tan notable, se dice que son la descarga a tierra, lo que se conoce hasta hoy es que la planta de los pies proporciona importantísima información dentro del sistema de las comunicaciones corporales y esta relación contribuye al estado general del cuerpo.
Estefanía Pamela. Reflexóloga. M.N. Nº°: 09-266-65-258
- 01 febrero 2013