Líderes de Alemania, Francia, el Reino Unido y los demás países de la Unión Europea (UE) celebraron ayer el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial y reafirmaron su compromiso con la paz, en un acto en Bélgica en la ciudad donde sus compatriotas se masacraron mutuamente.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la decisión de los gobernantes de la UE de celebrar una cumbre en Ypres, escenario de cruentas batallas que dejaron más de 1,5 millones de muertos y que debió ser reconstruida de cero tras los combates, envía una fuerte señal de unidad y reconciliación.
“Creo que esto nos muestra otra vez en qué buena época vivimos hoy gracias a que existe la Unión Europea y a que hemos aprendido de nuestra historia”, dijo Merkel en Ypres, una ciudad que es símbolo del salvajismo y la brutalidad del conflicto armado, que duró de 1914 a 1918 y que se conoce como “La Gran Guerra”.
Para conmemorar la guerra, los gobernantes europeos caminaron por las calles de Ypres al son de tambores para asistir a la interpretación de la llamada “Last Post”, un saludo de clarines en honor a los caídos que se toca cada atardecer bajo el arco conmemorativo llamado Puerta Menin.
El arco fue construido en el enclave en el que se erigía la puerta de Amberes, que cientos de soldados británicos y del Commonwealth atravesaron en su partida hacia el frente, muchos para ya no regresar, y cuyos nombres están ahora grabados en sus muros.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, no había otro conflicto en la historia que pudiera comparársele en términos de alcance y costo en vidas humanas: más de 10 millones de muertos -3 millones de civiles y 7 millones de soldados de más de 20 países-, además de 7,7 millones de soldados desaparecidos o inválidos.
La jefa de gobierno de Alemania -con cuya humillante derrota culminó La Gran Guerra- rompió el protocolo y se acercó a saludar a los espectadores, en un gesto imitado luego por el presidente de Francia, Francois Hollande. “Gracias por acogernos”, dijo Merkel a varias personas de la multitud.
Bajo el Puerta Menin, los líderes, apostados delante de la bandera de sus respectivos países, guardaron un minuto de silencio frente a una corona de rosas blancas y crisantemos, rodeados por una cinta azul con las estrellas amarillas de la bandera europea.
CUMBRE EUROPEA
Posteriormente, los líderes europeos iniciaron una cena de trabajo con la que dieron comienzo formal a su cumbre de dos días, en la que tienen previsto discutir una “agenda estratégica” con las prioridades políticas del bloque de 500 millones de personas, que constituye la mayor economía del mundo.
Los gobernantes volverán a reunirse hoy para debatir la situación en Ucrania y evaluar si imponen más sanciones a Rusia por su rol en el conflicto en su vecina ex república soviética.
También deberán elegir al próximo presidente de la Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la UE, un asunto espinoso que enfrenta al Reino Unido con Alemania, Francia y otros países que apoyan la candidatura del ex primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker, que es rechazada por Londres.