El 31 de enero es la fecha de finalización del receso de verano y se espera que entonces las autoridades de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) comiencen a definir cuáles serán las medidas que se tomarán con respecto a la situación epidemiológica de la provincia.
La aplicación del pase sanitario (vacunación obligatoria) aparecía como una alternativa para permitir el dictado de clases de manera presencial. Sin embargo, en la casa de estudios son cautos y manifestaron que esas decisiones deberá tomarla el Consejo Superior.
En diálogo con El Patagónico, Walter Carrizo, vicerrector de la casa de altos estudios, manifestó que existe un contacto permanente con las autoridades sanitarias para avanzar en la vuelta a la presencialidad. “Sabemos que tenemos que tener todos los cuidados necesarios”, subrayó.
Y resaltó que el pedido del pase sanitario en otras universidades “se debe a que lo venían trabajando desde diciembre. Esto no se decide de manera unilateral, sino que todas estas cuestiones tienen que pasar por el Consejo Superior. En estos momentos estamos terminando el receso y ya la semana que viene tendremos las reuniones con todo el equipo de gestión para ver estos temas, pero depende también de cómo se vaya avanzando con las directivas del Ministerio de Salud”, destacó.
“En el ámbito provincial también se está trabajando acerca de la forma que tendrá el regreso a las escuelas y eso incumbe la presencialidad en la Universidad. Si bien también existen posturas desde la Secretaría de Políticas Universitaria de Nación, siempre estamos de acuerdo con las decisiones de Salud de cada provincia”, agregó Carrizo.
SIN MODALIDAD DEFINIDA
Sobre la posibilidad de implementar una modalidad híbrida, el vicerrector aseguró que “en estos momentos no se puede definir una modalidad porque hay que ver cómo irá evolucionando el panorama”.
“Tenemos que ver la evolución de esta nueva cepa, que ha golpeado bastante en todos lados. Debemos ver si se pueden mantener todos esos protocolos que ya se habían realizado, o si habría que modificarlos, ampliarlos o restringirlos. En estos momentos no se puede decir ‘vamos a hacer esto o aquello’ porque hay que ver cómo irá evolucionando el panorama. A pesar de que estamos cerca del inicio de las clases, sabemos que en la ciudad hay un aumento considerable de contagios, pero no sabemos cómo irá evolucionando de acá a dos semanas”, consideró.
El 2020 marcó el inicio de la pandemia y las universidades se vieron obligadas a implementar la virtualidad. La UNPSJB volcó todos sus conocimientos para brindar la mejor calidad de clases, por lo que Carrizo sostuvo que si la virtualidad vuelve a ser una necesidad, “no nos agarrará desprevenidos”.
La decisión de que esta modalidad se sostenga tras el levantamiento de restricciones por una pandemia que no pasó, es una decisión estructural que tiene que ver con la oferta de la casa de altos estudios y del Ministerio de Educación de la Nación y la Secretaría de Políticas Universitarias.
“A título personal, yo pienso que es una tendencia mundial ir combinando ambas modalidades, más allá de que exista o no exista pandemia. Es diferente a una educación a distancia, que es otra modalidad. Esto sería combinar algunas cuestiones de virtualidad y presencialidad. Nosotros lo que queremos es volver a la presencialidad por un tema de sociabilización; de compartir y de un mejor aprovechamiento de los conocimientos desde un punto de vista de un intercambio que se puede llegar a realizar, pero hay que tener cuidado con la situación sanitaria”, afirmó Carrizo.