La UOCRA generó nuevos incidentes en una empresa y obrador de cisternas

Manifestantes de la UOCRA volvieron ayer a ser protagonistas de incidentes. Esta vez ocurrieron en la base operativa de Proalsa, ubicada en el Parque Industrial de Caleta Olivia, y en el sitio donde esa empresa comenzó a construir dos grandes cisternas de agua, en proximidades del límite interprovincial.

Caleta Olivia (agencia)

El primero de los hechos se produjo minutos después de las 8:30 y los integrantes de un grupo de jóvenes no solo bloqueó la calle denominada YPF sino que además rompió el candado del portón de acceso y se llevó una costosa herramienta que se utiliza para doblar caños, según denunciaron voceros de la empresa.

Más tarde, alrededor de las 10, llegaron por la Ruta 3 hasta la zona donde Proalsa construye dos cisternas de 5.000 metros cúbicos cada una que formarán parte de las obras relacionadas con la repotenciación del acueducto Lago Musters.

El lugar está a la altura del cerro Punta Peligro, es decir cerca del límite interprovincial, para lo cual hay que transitar por un camino consolidado de aproximadamente 4.000 metros.

Allí, los manifestantes también rompieron el candado de una tranquera y amenazaron a seis obreros afiliados al gremio paralelo denominado Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (SITRAIC).

El secretario general de esa entidad, Alejandro Lugo, dijo que de acuerdo a lo que le manifestaron sus afiliados, los integrantes de la UOCRA llegaron en varios autos e incluso varios de ellos poseían armas de fuego.

Las amenazas radicaron en que la gente del SITRAIC debía abandonar esa obra porque inicialmente le correspondía a la UOCRA.

REEMPLAZO

DE OBREROS

La confusa situación fue aclarada a Diario Patagónico por voceros de la empresa constructora, quienes manifestaron que el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (ENOHSA) les encomendó la construcción de las dos cisternas que incrementarán las reservas de agua para la población de Caleta Olivia.

Al respecto precisaron que los trabajos de movimiento de suelo se iniciaron en diciembre y que en principio se habló con dirigentes de la UOCRA para tomar personal, entre ellos con el principal delegado, Lucas Treuquil.

Las conversaciones fueron cordiales y se empleó a seis obreros afiliados a ese gremio, pero el mismo retiró a sus trabajadores en la primera semana de enero sin dar explicación alguna.

Para evitar la paralización de la obra, Proalsa los reemplazó con personal afiliado al SITRAIC, previa reunión con el dirigente Alejandro Lugo.

Los nuevos obreros comenzaron su actividad el lunes de esta semana, pero ayer mismo recibieron la “visita” amenazante de manifestantes de la UOCRA.

Tanto los directivos de Proalsa, como los del SITRAIC, acudieron a mediodía de ayer a una Fiscalía para denunciar las agresiones, aunque no pudieron concretarlas ya que se les informó que no había sistema informático, sugiriéndoles que retornaran hoy. 

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