La víctima en este caso es un detenido que está siendo investigado como probable autor de un homicidio en el barrio Ceferino. Entre las pertenencias que la policía le incautó cuando fue alojado en la Seccional Segunda, también estaba el dinero, pero como no se trataba de un secuestro, la plata no fue a parar a la Oficina Judicial y quedó en la comisaría para serle devuelta una vez que recuperara la libertad, dado que alguien seguramente pensó «¿para qué la quiere ahora si no puede salir a gastarla?».
Además, todo hacía indicar que el detenido pasaría bastante tiempo entre rejas porque la prisión preventiva se le revisó en forma negativa en dos oportunidades.
A su dinero igual lo tenían guardado y todos los días, en cada cambio de turno, se contaba aquel monto de cuatro cifras y cada una de las moneditas. Todo con el propósito de que no le faltara un centavo.
La cuestión es que de un día para el otro se dejó de contar la plata y nadie preguntó qué había pasado que se abandonó aquella rutina.
«No es la primera vez que pasa algo así con la plata de un detenido», le confió a este medio un empleado de la fuerza que además se animó a decir que el dinero «si desapareció, no va a volver a aparecer porque nunca nadie lo devuelve».
A todo esto, se debe agregar que «el billete que pedía a gritos que lo gasten» desapareció hace varios días, pero recién ayer el trascendido traspasó las paredes de la seccional de avenida Rivadavia y Viamonte.
- 16 mayo 2007