"Fui un poco el práctico que llevó el conflicto docente a buen puerto". Con esta frase se despedía el último día del año 2013 Guillermo Firmenich del Ministerio de Educación de Chubut. Renunció por motivos personales luego de haber conseguido que en Comodoro Rivadavia volvieran a dictarse clases tras 75 días.
Es cierto, había asumido en días revueltos tras el prolongado paro de los maestros de la Regional Sur de ATECh que amenazaba contagiar al resto de la provincia en virtud de las elecciones gremiales que se estaban por realizar. De hecho, nadie puede negar que aquel reclamo estuvo teñido por la eterna interna que divide al gremio –como en otros órdenes- entre los del norte y los del sur. Es que en el valle la dirigencia suele mostrarse más proclive a los acuerdos con el Gobierno, tal vez por la cercanía geográfica. Y ello fue tanto con Mario Das Neves como con Martín Buzzi.
Firmenich reemplazó a Luis Zaffaroni luego de aquel escandaloso suceso en el que el hoy concejal fuera emboscado por una manifestación en la Escuela 757 de Mosconi y debiera salir por el techo, con la ayuda del comisario Miguel Gómez, el mismo que se disfraza de "hombre araña" en las fiestas infantiles de los hijos de policías y que también parece tener otras especialidades: fue juzgado por la represión en Corcovado (absuelto en Esquel); acusado por el entonces ministro de Seguridad, José Glinski, de ordenar disparar balas de goma sobre civiles luego de un partido en Kilómetro 8; y este año denunció a un Defensor Público del valle por pedirle supuestamente una coima para no avanzar en otra denuncia que lo involucraba en apremios ilegales, caso que llegó a la Legislatura luego de que un Tribunal rechazara su presentación.
Pero volvamos al "práctico" que encauzó hace dos años el conflicto docente. Hubo entonces varios planteos que fueron respondidos afirmativamente. Uno de ellos establecía llevar el ítem que se paga por zona al 80 por ciento en forma gradual desde el 40 en el que estaba en 2013. El año pasado se llegó al 65%. Faltaba un 15 que todo indicaba llegaría en 2015. Pero ello no se produjo.
Para el nuevo titular de Educación, Rubén Zárate, aquella firma "se dio por afuera de cualquier arreglo paritario y el mismo tiene imperfecciones legales. Debe ser tratado en paritarias". De este modo, acusa de desprolijo a su propio antecesor, acotando que "hay una ley que dice taxativamente que no debe haber incrementos de carácter no remunerativo en el salario del empleado provincial. Si lo quisiéramos hacer como lo plantean ellos (Regional Sur de ATECh), estaríamos incumpliendo la ley". ¿Qué dirán al respecto los contratados y empleados temporales que tiene Provincia en distintos sectores?
Ese año el gremio local avisó con antelación que si no había soluciones, apelaría a medidas extremas como el no dictado de clases. A veces lo hacen como paro; otras en forma de asambleas, mientras el Gobierno amenaza con no pagar los días que no se trabaje, lo cual según los antecedentes jamás se cumple porque forma parte del acuerdo definitivo que en el caso de los docentes de la zona sur hasta ahora siempre termina siendo provisorio.
También esta vez la medida de fuerza no tiene la contundencia de 2013. Es difícil establecer la cantidad de maestros que adhiere y cada mañana los padres deben llamar por teléfono a las escuelas para preguntar si sus hijos deben concurrir al establecimiento.
Además, las marchas realizadas los últimos viernes no pueden ser medida del eco de la protesta, teniendo en cuenta las condiciones climática adversas en que se realizaron y la hora elegida por los organizadores. Hace dos años se hacían a la luz del día y de ese modo era más sencillo establecer el número de los que se movilizaban, así como el apoyo de padres que entendían sus demandas que van más allá de lo salarial, aunque estos aspectos (como mejoras en las condiciones edilicias o el cumplimiento de aportes a la obra social) se minimicen ante el dato que más duele: que haya chicos sin clases desde hace 28 días.
Por otra parte, tampoco ayuda que mientras la mayoría de las Regionales del gremio acuerda con el Gobierno seguir negociando sin afectar la actividad, en el sur lo desconozcan ayudados por el argumento de que dos años después el Ministerio de Trabajo aún no resolvió qué lista ganó la interna: si la dialoguista de Santiago Goodman, o la crítica de Carlos Magno. Fueron 24 votos los que los separaron y un montón de denuncias por irregularidades. Tantas que Trabajo ordenó que se volviera a votar en dos mesas de Comodoro. Para ello concedió un plazo de un mes. Ello fue el pasado 3 de junio.
Mientras tanto se sucedieron otros acontecimientos que desviaron la atención de lo central, como cuando Magno se estrechó en un abrazo con el candidato a diputado nacional del ChuSoTo, Jorge Taboada, cuando este motorizó un paro camionero con piquetes en las rutas 3 y 26; o que en las últimas elecciones no pocos dirigentes sindicales hayan sido parte de la lista de un partido que aún no se sabe si superó el porcentaje requerido para estar en la general de octubre. Aunque también es cierto que en todo este tiempo se vio a su precandidata a intendente más preocupada en resolver el conflicto gremial que en saber si finalmente alcanzó el 1,5% necesario para dar lucha por la intendencia el 25 de octubre.
Tal vez por este contexto, el respaldo de padres que hubo en 2013 esta vez mutó a críticas y a que interviniera el poder político local. El viceintendente Carlos Linares escuchó a los docentes el último jueves y hoy estará en la reunión de Rawson que finalmente será con el ministro de Economía, Pablo Scocca, ya que Zárate deslindó en él cualquier posibilidad de mejora salarial.
Y más allá de que argumente que en los últimos cuatro años hubo un 166% de aumento salarial y de que Buzzi llevó el presupuesto del área de 1.600 a 4.500 millones, el Gobierno no la tiene fácil porque sabe que si cumple con lo pactado en su nombre por el "práctico" Firmenich, vendrán detrás otras demandas de empleados estatales. Justo en tiempos en que ingresan menos recursos a la Provincia. Pero también se trata de las vísperas de una elección crucial para quien aspira a seguir gobernando Chubut hasta 2019.