La industria automotriz europea parece estar tocando un punto de inflexión, con una despiadada guerra de precios en un mercado debilitado, junto con altos gastos por excesos en capacidad de fabricación.
Pero la carga no se comparte de igual manera. La demanda por autos de lujo se está comportando mejor que la del mercado masivo, y algunas automotrices están resultando ser más exitosas que otras en aprovechar el auge de los pedidos en América del Norte y los mercados emergentes.
La japonesa Nissan Motor Co resaltó su confianza; dijo que invertiría 200 millones de dólares para armar su nuevo compacto Invitation desde mediados de 2013 en Sunderland, en el nordeste de Inglaterra, donde su fuerza de trabajo se incrementará en 600 empleados, llegando a los 6.000.
La segunda mayor automotora de Japón dijo que la decisión, que tendrá que ser apoyada por un crédito por 15 millones de dólares de Gran Bretaña, crearía un total de 2000 puestos en Nissan y en sus proveedores.
En tanto, Volkswagen lanzó un desafío a las mayores automotrices del mundo por volumen, General Motors y Toyota. Martin Winterkorn, de VW, dijo que la compañía alemana estaba confiada en que logrará su objetivo de largo plazo de tomar el primer puesto mundial tras sus sólidas cifras de entregas de vehículos al inicio del año.
Y BMW dijo que esperaba que las ventas del grupo aumentasen este año, tras un incremento de un 14% interanual en febrero, con un rango de modelos jóvenes y con el crecimiento en China y la India compensando la lentitud en Europa.
PSA Peugeot Citroën, en contraste, señaló las dificultades que enfrentan las automotrices de mercado masivo que se concentran en Europa.
Peugeot informó una emisión de derechos con descuento para financiar su alianza con General Motors, que necesita para ayudar a acelerar el crecimiento en nuevos mercados y para reducir costos en el desarrollo de nuevos modelos.
El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, dijo que la alianza entre Peugeot y GM creaba complicaciones para participantes como Fiat, pero agregó que estaba abierto a todas las potenciales sociedades.
Marchionne dijo que el acuerdo entre GM y Peugeot hacía las cosas más complejas en las operaciones europeas.
El italiano, que además es jefe de la automotriz Chrysler, dijo que no consideraba que la alianza entre GM y Peugeot tuviera ningún tipo de impacto para una solución a la sobrecapacidad automotriz en Europa.
“Es un acuerdo estratégico de largo plazo que no impacta la situación”, dijo. Aclaró también que no tenía prisa por completar una fusión con Chrysler, en la que Fiat posee una participación del 58,5 por ciento.
Por su parte, Audi, la marca de vehículos de lujo de Volkswagen, espera crecer más rápidamente que la cifra de un 4% pronosticada para el mercado global, según su jefe de ventas, Peter Schwarzenbauer.
“Creemos que podemos hacerlo mejor que eso -dijo Schwarzenbauer-. Los efectos del debilitamiento en los mercados del sur de Europa deberían ser bien compensados.”
Audi considera que la demanda por modelos de lujo en China, donde es el líder del mercado, seguirá expandiéndose en los próximos años. El mercado chino del lujo podría crecer en más del doble a 2,3 millones de autos para 2020 desde los 945.000 de 2011, dijo Schwarzenbauer.
SOMBRAS
De todos modos, el ambiente del salón es sombrío por la caída de las ventas en la eurozona, lastrada por la crisis, que contrasta con el apetito casi insaciable de otros mercados.
Matthias Wismann, el presidente de la federación alemana del sector, la VDA, vaticina que el mercado del automóvil podría retroceder en Europa occidental “un 5% a 12,1 millones de unidades” este año.
En cambio, a nivel mundial, el crecimiento alcanzará un 4%, según VDA, gracias al dinamismo del mercado estadounidense, chino y japonés.
El gigante japonés Toyota se muestra también pesimista sobre el mercado de Europa occidental, donde vaticina un retroceso del 5%. “Somos muy prudentes pues pensamos que hay una grave crisis de confianza de los clientes en Europa”, declaró su responsable para la región, Didier Leroy. De hecho, “la situación fue peor de lo previsto en enero y febrero”, advirtió.
En cambio, General Motors ve señales positivas en América del Norte. “El mercado automovilístico ha respondido bien.” La gente ha comprado coches en 2005, 2006 y 2007, y se dispone a cambiar de vehículo. La situación parece prometedora”, estimó el vicepresidente de GM, Stephen Girsky.
Sin embargo, en lo que respecta a Europa opina lo mismo que sus colegas. “El entorno económico es difícil. Hay algunas señales positivas procedentes de Rusia”, pero la incertidumbre se mantiene para el conjunto del continente, dijo Girsky.
El fabricante francés PSA Peugeot Citroën, que anunció la semana última una alianza con General Motors, tiene problemas de exceso de capacidad de producción en Europa, lo que espera resolver en un período de “18 a 24 meses”, dijo su director industrial, Denis Martin.
Para la agencia de calificación financiera Fitch, los factores determinantes en la situación actual son “el exceso de capacidad, la competencia despiadada y la extrema presión en los precios en un ambiente económico difícil con una disminución del consumo y de la confianza en las empresas en varios mercados europeos.
“Otra disminución económica o la persistencia de caídas de las ventas de vehículos en Europa probablemente obligaría a algunos fabricantes a adoptar drásticas medidas”, agregó.
Para el presente año no hay que descartar fusiones, adquisiciones, reestructuraciones y el cierre de algunos centros de producción si continúan las condiciones adversas y la presión sobre las empresas.
- 17 marzo 2012