Entre lágrimas de dolor e impotencia, Luis Alberto Nauto, un hombre de 58 años que trabaja como vendedor ambulante y que sufre una discapacidad, denunció en la redacción de Diario Patagónico el hostigamiento que vive por parte de una familia. Se trata de quienes hasta hace unos años eran sus vecinos y le usurparon y quemaron su casa, además de atacar a su hija, señaló.
Todo comenzó en mayo de 2013, cuando el hombre tuvo que abandonar su vivienda ubicada en la ladera del cerro, a la altura del pasaje Formosa, en el barrio Balcón del Paraíso producto de la usurpación. En ese momento para no tener problemas y evitar males mayores, se fue del lugar aprovechando un espacio que le ofrecieron en La Floresta, más conociendo los antecedentes de quienes lo hostigaban, sostuvo.
Sin embargo, en estos primeros días del año, Nauto estaba planeando su regreso al barrio donde vivió gran parte de su vida. Lo iba a hacer junto a su hermana y su hija de 17 años, sin saber que ello sólo empeoraría las cosas. Es que según denunció a este medio, la familia que le usurpó su casa, se enteró que pensaba volver y decidieron quemarla.
El incendio se produjo el jueves a la madrugada, alrededor de las 2, cuando las llamas sorprendieron a los habitantes del sector. Hasta el lugar llegó personal de Defensa Civil, Seguridad Municipal y dos dotaciones de Bomberos Voluntarios, que nada pudieron hacer para evitar el daño del fuego.
PIDE QUE ACTUE LA JUSTICIA
Al enterarse de esto Nauto quedó devastado. Sin embargo, ese no sería su último problema. Según denunció, el sábado un integrante de esa familia atacó a su hija mientras esperaba el transporte público en la calle Alvear. El atacante, que sería mayor de edad, le asestó un golpe con una botella de cerveza, dejándola malherida. Por fortuna la joven sólo sufrió lesiones leves, según constataron los estudios y radiografías que le practicaron en el Hospital Regional.
La situación llegó a un punto límite. Por eso, Nauto exige que actúe la justicia. “Me vienen hostigando desde hace tiempo, me quemaron la casa y ahora atacan a mi hija, encima le dice ‘decile a tu papá que ya le quemamos la casa que no vuelva’”, señaló indignado.
“Mi hija se la aguantó como si fuera un hombre con otro hombre, pero eso no puede ser. Por eso pido que actúe la justicia, porque a mi hija no me la van a volver a tocar. Yo jamás le puse una mano encima, es un dolor muy grande esto que pasó”, agregó, esperando que este sea el último mal trago.