Kim West tiene 57 años y quedó embarazada con solo 19 mientras era una estudiante universitaria en California, Estados Unidos. Como tenía muchos planes para su vida, creyó que lo mejor era dar en adopción al bebe para que tuviera un buen pasar y así ella continuaría con su profesionalización. A solamente una semana del nacimiento, lo entregó a otra familia, se fue del país y se instaló en Reino Unido.
Ben Ford siempre supo de su origen, pero nunca se había interesado en indagar mucho más. Su vida trascurrió en una buena familia estadunidense, el joven estudió y se casó con una joven llamada Victoria. En diciembre de 2013 con el apoyo emocional de su esposa, el joven de 29 años, investigó en el tema, hasta que logró encontrar el contacto de su madre biológica. El hombre decidió enviarle una carta para proponerle un reencuentro.
Si bien en un primer momento, West dudó en aceptar la reunión con quien era su hijo biológico, un año después concretaron la visita. Ambos contaron al diario The New Day que en cuanto se conocieron sintieron una atracción sexual genética a pesar de que había pasado más de 30 años separados. Para mantener una cordialidad, decidieron obviar esa conexión corporal.
Tras varias citas en donde se dedicaron a conocerse como personas, un día se dio el esperado encuentro sexual. Luego del primer acto, las relaciones íntimas se daban cada vez más seguidas y Ford comenzó a confundirse. Al tiempo de estos sucesos, el hombre se sinceró con su esposa. "Cada vez que tengo sexo contigo desde que conozco a mi madre, me imagino que es ella la que me está besando, si no no puedo hacerlo", le explicó el muchacho a su mujer.
Ford decidió dejar su vida de casado y se mudó con su madre, quien se transformó rápidamente en su pareja estable. Tras varios años en concubinato en Michigan, decidieron sacar de la clandestinidad su historia de amor. "Esto no es incesto, es Atracción Sexual Genética. Somos como dos gotas de agua y estamos destinados a estar juntos", reconocieron los novios. La madre también aseguró "sé que la gente va a decir que somos repugnantes, que debemos ser capaces de controlar nuestros sentimientos, pero cuando uno es golpeado por un amor que te consume, estará dispuesto a renunciar a todo por él. Hay que luchar por él. Es una oportunidad única y algo a lo que Ben y yo no estamos dispuestos a renunciar".
Desde que se dio a conocer su romance, son reconocidos como los “amantes imposibles”, ya que las relaciones incestas son ilegales en el estado de Michigan, pero eso no es un problema para esta pareja de enamorados está dispuesta a mudarse para seguir disfrutando de su "sexo alucinante".
Concluyeron la entrevista confesando que desean tener un hijo fruto de la relación de ambos. Según ellos, su máximo deseo es formar una familia y estar juntos para siempre. Su historia está dando que hablar, pero las críticas les importan muy poco.