El dirigente de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Juan Torres, fue asesinado de un balazo en el estómago en la ciudad bonaerense de Coronel Pringles. Si bien el agresor, que no está identificado, se presume que disparo contra el gremialista y un amigo para evitar una protesta que desarrollaban frente a una cerealera.
Según informó Minuto Uno, los balazos serían consecuencia de la disputa en el gremio de la Asociación de Transportistas de Cereales y Afines (Atcade) por el manejo de la zona. Al momento de los enfrentamientos Torres estaba acompañando a Héctor Distéfano, gremialista de Tres Arroyos, quién también recibió un disparo en la pierna. Los agresores, según los testigos y la policía, serían activistas sindicales de Coronel Suarez.
Cabe señalar que desde el lunes pasado, los trabajadores de Atcade, que están divididos en dos fracciones, realizaban una protesta pacífica con cese de actividades en varias acopiadoras de cereal localizadas en la zona.
Además del asesinato de Torres y las lesiones a Distéfano, horas antes habían sido apedreados algunos vehículos del gremio, frente a otra planta de acopio.
El homicidio de Torres para el comisario Julio Ducid enmarcado en "una disputa de poder entre los gremios que representan a los transportistas".
Como consecuencia del ataque que sufrieron varios autos, mediante los impactos de bala la policía identificó el vehículo en el que se desplazaban los agresores –un Wolkswagen Gol, color gris- y montó un operativo para atraparlos, pero aún no lograron ubicarlos.
ANTECEDENTES EN LA UOCRA
La violencia sindical no es novedad para el gremio de la construcción, el último caso de gravedad fue en diciembre del año pasado, cuando tres personas resultaron heridas de bala tras un enfrentamiento en la seccional Zárate entre desocupados y dirigentes que responden al líder sindical Gerardo Martínez.
Mientras, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción (Sitraic) (que se propone como una alternativa al monopolio sindical que ostenta la Uocra) denunció en septiembre de 2012 el "modus operandi" de "las patotas de Gerardo Martínez, ya que por ese entonces, habían atacado y herido gravemente a tres de sus activistas cuando realizaban una asamblea en una obra en construcción de Lomas de Zamora.
En Comodoro Rivadavia también dejaron sus huellas lamentables los enfrentamientos gremiales, en abril del año pasado, al igual que en Florencio Varela hubieron hechos con heridos de bala. En ambos casos, patotas de la Uocra habían agredido a trabajadores de otros gremios, en ambos casos transportistas para evitar sus protestas.