Matías Godoy emigró a Argentinos Juniors tras formarse en la CAI

Tiene 16 años y recientemente se incorporó a las divisiones juveniles del "Bicho". El volante aseguró que su paso por el "Azzurro" fue decisivo para llegar al club de La Paternal. En ese sentido, reconoció que en la entidad comodorense se forjó "como jugador de cancha grande".

Al otro lado del teléfono a Matías Godoy, el joven de 16 que dio el salto desde el “Semillero Patagónico” a La Paternal se lo escucha nervioso. Sin embargo, luego de unos minutos toma confianza y se desenvuelve con la misma tenacidad con que lo hace en la mitad de la cancha.

El volante recientemente fue incorporado a las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, luego de un paso decisivo por la Comisión de Actividades Infantiles, a donde llegó a los 14 años, y donde asegura, se formó “como jugador de cancha grande”.

Matías, oriundo de Río Grande, está agradecido. Lo transmite en su voz y en sus palabras. “La CAI me formó como jugador de cancha grande. Allá en Río Grande hay mucho futsal, y cuando llegué a la CAI me enseñaron de todo: el puesto, muchas cosas que me hicieron muy bien. Así que estoy muy agradecido a todos porque me ayudaron muchísimo”, remarcó.

El volante llegó a la CAI por consejo de su padre, quien le preguntó sobre la posibilidad de probarse en el club. Así, viajó a Comodoro Rivadavia y luego de unos minutos de prueba, los entrenadores de la CAI le dijeron que vuelva al día siguiente.

“Estaba sorprendido, pensaron que era más grande. En esa oportunidad quedé pero no quise ir y fui al año siguiente. Tenía 12 años, así que cuando cumplí 14 me fui a la CAI y creo que fue lo mejor que hice para aprender, porque la CAI me ayudó muchísimo”, recordó en diálogo con el Departamento de Prensa del club de Comodoro Rivadavia.

Tras un año provechoso, Matías decidió volver a sus pagos. Allí, fue visto por entrenadores de Argentinos Juniors que lo invitaron a probarse en Buenos Aires, y finalmente quedó luego de una pretemporada en el “Bicho” de La Paternal.

Matías, que disputó el Mundialito de Valdivia, un torneo en Calafate y realizó las pruebas de evaluación en Buenos Aires y Córdoba, recuerda con alegría su paso por la CAI; al entrenador Mario Amado y sus consejos; la familia Cruz de Comodoro Rivadavia; Jáuregui de Río Gallegos, y la motivación de Karina Thomas. “Ella hizo de todo para que yo vaya a la CAI, para que me den ganas de ir”, admitió.

“Estoy muy agradecido a la CAI, me ayudaron muchísimo. Cuando llegué no tenía estilo, nada, pero me hicieron un 5 recuperador, un 5 metedor. Gracias a ellos estoy acá en Argentinos, así que estoy totalmente agradecido”, señaló Matías, feliz por haber llegado a la institución que juega en Primera división, donde continuará su camino.

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