"Me desperté y estaba envuelto en llamas", contó Jesús, el indigente al que atacaron el sábado en Mendoza sin que si quiera supiera quién lo agredió: "si lo hubiera visto ya lo hubiera arreglado".
"Menos mal que iba pasando un hombre y me auxilió, me apago a los pisotones", relató el hombre a Diario Uno. Además dijo que tiene 38 años y trabaja como cuida coches.
Tras el ataque, lo llevaron a un hospital pero se fue el domingo por la mañana y confesó que está "con bastante dolor" a causa de que no se está haciendo las curaciones correspondientes.
Cuando le preguntaron si tiene familia respondió: "no puedo contar mucho". Además, reveló que es epiléptico pero que perdió la medicación en el fuego.