Militantes promueven la visibilización de casos de violencia institucional en todo el país

Jóvenes de todo el país nucleados en Unidos y Organizados y otros sectores militantes buscan la visibilización de los casos que afectan a jóvenes de sectores populares, principalmente en los referidos al accionar de fuerzas de seguridad provinciales.

Entre los casos más emblemáticos están los de Luciano Arruga, visto por última vez en La Matanza el 30 de enero de 2009; Franco Almirón y Mauricio Ramos, asesinados el 3 de febrero de 2012 en José León Suárez; y el del cordobés Facundo Rivera Alegre, que se encuentra desaparecido desde el 19 de febrero de 2012.
Entre los casos más emblemáticos están los de Luciano Arruga, Franco Almirón y Mauricio Ramos y Facundo Rivera Alegre en los tres casos, hay grupos de jóvenes que se organizaron para visibilizar lo ocurrido, reclamando justicia a través de marchas y movilizaciones, y señalando a las policías provinciales pero también realizando jornadas solidarias y trabajos territoriales.
Arruga tenía 16 años cuando fue visto por última vez en un destacamento policial en Lomas del Mirador, partido de La Matanza, mientras que previamente había sido detenido por la Policía Bonaerense y trasladado al mencionado destacamento, donde, según testigos, fue golpeado por efectivos.
Sus familiares y amigos, en su gran mayoría jóvenes, fueron los que motivaron la investigación y lograron, con el patrocinio de los abogados del CELS, el cambio de carátula de la causa de “averiguación de antecedentes” a “desaparición forzada de persona”, en tanto que hay ocho policías de la Bonaerense apartados de la Fuerza.
Franco Almirón y Mauricio Ramos, de 16 y 17 años, fueron asesinados por la policía bonaerense el 3 de febrero de 2011, luego de que descarrilara un tren a la vera del barrio La Cárcova, de José León Suárez, en el partido de San Martín.
Hace pocos días, al cumplirse dos años de los asesinatos, casi 500 militantes de las agrupaciones que integran Unidos y Organizados, llevaron adelante actividades solidarias en el barrio, en dos jornadas que incluyeron la limpieza y el zanjeo de las calles, la pintura de murales, y también la realización de talleres de salud y violencia institucional.
En ese marco, el diputado nacional Leonardo Grosso confirmó que este año se realizará el juicio oral de la causa y que “en la etapa de instrucción quedó claro que la policía disparó gases lacrimógenos primero para que los pibes corran y después los asesinaron brutalmente por la espalda y que no se trataba de una banda organizada”.
En la provincia de Córdoba, Facundo Rivera Alegre desapareció el 19 de febrero del año pasado y, según sus familiares, habría sido “víctima de la violencia institucional por parte de la policía”, ya que “había sufrido el hostigamiento de efectivos de esta fuerzas en diversas oportunidades”.
Rivera Alegre, también conocido como “el Rubio del Pasaje”, quería estudiar arquitectura y trabajaba como albañil, estaba casado y tenía una hija que hoy tiene un año y nueve meses.
Viviana Alegre, la madre de Facundo, explicó que “ya le pedimos cuatro audiencias al gobernador De La Sota, y no tuvimos respuesta”.
A su vez, destacó el acompañamiento que recibe de parte de jóvenes que están militando “más allá de las diferentes banderas que lleven, impulsan la búsqueda de Facundo desde el trabajo cotidiano y sabiendo que la policía de la provincia no hace más que atacarlos”.
Durante los primeros días de enero, en Rosario también se realizaron jornadas de trabajo solidario y movilizaciones, con reclamos que apuntan a las fuerzas de seguridad santafecinas, por la violencia que tienen como principales víctimas y victimarios a jóvenes menores de 25 años de los barrios de la periferia de Rosario.

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