Caleta Olivia (agencia)
Si bien en principio su deceso se atribuyó a una caída que sufrió en su casa del barrio 26 de Junio donde residía sin ninguna compañía, la policía inició una investigación con intervención del Juzgado de Instrucción N° 2 ya que su hija, María José Hernández, cree que fue asaltado y golpeado por desconocidos debido a que desaparecieron 170 mil pesos que guardaba en un sitio que solo ella y su padre conocían.
“Bochín” era docente jubilado (fue profesor de taller de la Escuela Industrial) y estuvo además vinculado a la música y a los medios de comunicación ya que fue propietario de una emisora radial que funcionaba en su casa ubicada en la calle José Fuchs, casi esquina con la avenida Güemes.
Debido a que tenía problemas de salud y había sufrido algunos ACV, su hija había hecho instalar cámaras de video que no grababan pero que, a través de su teléfono celular, le permitían estar atenta ante cualquier emergencia.
De esta manera, alrededor de las cuatro de la madrugada del martes 29 de octubre observó que su padre estaba en el suelo, casi debajo de una mesa de la cocina y por ello llamó rápidamente al Hospital Zonal y a la Seccional Primera de Policía para luego dirigirse también ella hacia esa casa.
No está claro quién llegó primero, pero fuentes policiales indicaron que la joven dijo que la puerta estaba sin llave, en tanto que “Bochín” presentaba golpes en su cráneo, rostro y más tarde se constató en el hospital que también acusó traumatismo en cinco costillas, en todos los casos del lado izquierdo.
UN MISTERIO
Todo hacía pensar que Hernández se descompensó y cayó al suelo, pero aparentemente un médico le dijo a su hija que daba la sensación de que las lesiones pudieron haber sido producto de una golpiza, a pesar de que en la primera inspección la policía no detectó evidencias de algún desorden en el domicilio.
Más tarde, alrededor de las 19:45 de ese mismo martes, la mujer acudió a la Comisaría Seccional Primera para denunciar el faltante de 170 mil pesos y dejó sentada la posibilidad de que su padre haya sido víctima de un asalto y fuera golpeado para que dijera dónde escondía el dinero.
Esto motivó que se iniciara una investigación, dándose participación a la División Criminalística y a la DDI, pero no se habrían podido registrar posibles huellas dactilares de personas extrañas ya que los familiares de la víctima habían estado revisando toda la casa y por ende se “contaminó” la escena.
En el hecho tomó intervención el juez de instrucción Gabriel Contreras, quien espera recibir hoy el informe de la autopsia practicada en la víspera, en tanto que extraoficialmente se adelantó a este medio que la lesión más grave que tenía Hernández era un traumatismo de cráneo.
También habría hallado una máquina de soldar cerca del cuerpo con algunas manchas hemáticas que iban a ser peritadas, en tanto el magistrado citaría a dar testimonio a su hija y posiblemente a otros familiares a fin de obtener la mayor cantidad de datos posibles que permitan esclarecer el hecho.