Multas de hasta $18.000 a las personas que arrojen colillas en la vía pública

Ushuaia avanza en el cobro de multas. En los fundamentos de la ordenanza se expuso que una colilla de cigarrillo tiene el potencial de contaminar entre 50 y 1000 litros de agua dulce, y entre 8 y 10 litros de agua marina.

En Ushuaia, las personas que arrojen colillas de cigarrillos en la vía pública recibirán multas de hasta $18.000, según determinó un proyecto de ordenanza sancionado en las últimas horas por el Concejo Deliberante de la capital fueguina. Los fondos recaudados serán destinados a solventar programas de educación y saneamiento ambiental.

La iniciativa, gestada por la agrupación “A limpiar Ushuaia”, fue aprobada por unanimidad y prevé un régimen de sanciones de entre “100 y 250 unidades fiscales” (equivalente a un máximo de $18.250) además de “10 horas de trabajo comunitario y asistencias a capacitaciones sobre preservación de medio ambiente”.

La ordenanza estipula, además, la instalación de “colilleros” (recipientes donde arrojar las colillas) en un mínimo de “tres por cuadra” cuya colocación y mantenimiento se podrá coordinar “entre comerciantes y responsables de edificios públicos y privados”.

En ese sentido, las colillas de cigarrillo serán tomadas como "residuos sólidos urbanos sujetos a manejo especial” y se generará un “plan de gestión ambiental diferenciado del resto de los residuos”, explicaron voceros oficiales del Concejo Deliberante.

#MarzoSinColillas

“A cuidar Ushuaia”, el movimiento ambientalista que impulsó también una ordenanza anterior que prohíbe la entrega de cubiertos descartables en locales gastronómicos, así como la comercialización de hisopos de plástico, realizó en marzo una campaña de recolección que logró reunir medio millón de residuos de cigarrillos, una cantidad capaz de contaminar el agua consumida por 90 familias en Argentina, a lo largo de un año.

De la campaña #MarzoSinColillas participaron 400 vecinos y 43 comercios e instituciones de la capital fueguina que durante un mes montaron una serie de innovadores mecanismos para reunir las colillas, acopiarlas y luego someterlas a un proceso de termodestrucción.

“Somos un movimiento de vecinos apartidario de la sociedad civil que funciona desde 2016 con la idea de producir cambios positivos en el ambiente, a partir de la acción. Empezamos con las colillas en noviembre de 2017, colocando colilleras en la vía pública, y haciendo tareas de concientización en las escuelas”, explicó Maia Muriel, una de las voceras del emprendimiento.

En Ushuaia, por el tipo de geografía que posee, se genera una concentración de colillas en la zona costera, aunque los espacios más impactados son las paradas de colectivos y alrededores, los lugares para sentarse en plazas y paseos, las entidades bancarias y establecimientos gastronómicos, señalaron los ambientalistas de “A limpiar Ushuaia”.

Una colilla de cigarrillo, según un informe de la organización, tiene el potencial de contaminar entre 50 y 1000 litros de agua dulce, y entre 8 y 10 litros de agua marina, mientras que su tiempo de degradación es de 8 a 12 años, y en el mundo se liberan al medioambiente unos 4,5 billones de colillas por año.

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