Nelson Mandela, el gran líder que puso fin al Apartheid

El ex mandatario murió el 5 de diciembre a raíz de una infección respiratoria. Estuvo preso 27 años por su defensa de los derechos civiles de la comunidad negra en su país.

“Esta nación ha perdido a un gran hijo”, dijo el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, al anunciar la muerte del premio Nobel de la paz.

El ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, murió ayer a los 95 años en Johannesburgo, según anunció en un mensaje televisado el presidente del país africano, Jacob Zuma.

“Nuestra nación perdió a su mayor hijo. Nelson Mandela nos unió y juntos nos despedimos de él”, dijo el mandatario en un tono solemne, tras anunciar el fallecimiento del Premio Nobel de la Paz, quien había sido hospitalizado cinco veces en los últimos dos años.

La última vez fue el 8 de junio pasado cuando fue ingresado en el hospital de Pretoria con una grave pulmonía, donde fue tratado durante tres meses.

Aún cuando estaba alejado de la escena política nacional e internacional, su figura aún era central para los sudafricanos y los líderes de todo el mundo.

El ex mandatario sudafricano pasó 27 años en la cárcel como un prisionero político del régimen racista del Apartheid y en 1994 se convirtió en el primer presidente negro del país, lo que le permitió allanar el camino para la paz y la reconciliación de las razas en Sudáfrica.

El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, confirmó la muerte del primer presidente negro de la nación africana, quien falleció en su casa de Johannesburgo a los 95 años. El Premio Nobel de la Paz, símbolo de la lucha contra el apartheid, había sido internado en el hospital de Pretoria el 8 de junio con una grave pulmonía.

Mandela murió serenamente en su casa de Johannesburgo”, dijo el presidente. “Quiero recordar con simples palabras su humildad, su gran humanidad por la que el mundo entero tendrá para siempre gran gratitud para con él”, agregó Zuma.

“Madiba nos unió y juntos vamos a despedirlo. Nuestro amado Madiba recibirá un funeral de Estado”, dijo Zuma, visiblemente emocionado. “Expresemos la profunda gratitud por una vida vivida al servicio de la gente de este país y de la causa de la humanidad. Es un momento de profundo dolor. Siempre te amaremos, Madiba”, añadió.

Desde principios de setiembre fue trasladado a su hogar. “Esta nación ha perdido un gran hijo”, dijo el actual mandatario. Con 67 años de activismo político, 27 en prisión y cinco como primer mandatario, la tenacidad y su compromiso con la justicia, su defensa de la democracia, la igualdad racial y su mensaje de reconciliación convirtieron a Mandela en un admirado y respetado ícono global.

Fue la voz de uno de los mayores movimientos sociales del mundo en favor de los derechos humanos y logró atraer la mirada internacional hacia la Sudáfrica del apartheid, ejercido por los boers, los colonos originarios de Holanda, Flandes, Francia y Alemania.

Muchos de sus compatriotas no olvidan que sus palabras, tras su liberación el 11 de febrero de 1990, devolvieron la esperanza a una sociedad desangrada por las luchas étnicas y la violencia de grupos paramilitares opuestos a un cambio de régimen: “Los saludo a todos en nombre de la paz, la democracia y la justicia universal”, afirmó entonces Mandela, desde el balcón del Ayuntamiento de Ciudad del Cabo.

Mandela, quien se retiró de la vida política en 2004, no perdió de vista a su país, de acuerdo con su viejo amigo y compañero de celda Ahmed Kathrada, de 82 años. “La última vez que lo vi, estaba ocupado leyendo sus diarios”, relató recientemente. Los dos hombres permanecieron juntos en la cárcel durante 27 años.

Nacido en 1918 en Umtata, Transkei, Mandela renunció a su derecho hereditario a ser jefe de una tribu xosa y se hizo abogado en 1942. Dos años después, ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento de lucha contra la opresión racial. Su ideología era un socialismo africano: nacionalista, antirracista y antiimperialista.

En 1948, llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid. Inspirado en Ghandi, el ANC propugnaba métodos de lucha no violentos, y la Liga de la Juventud, presidida por Mandela, organizó campañas de desobediencia civil contra las leyes segregacionistas.

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