Néstor Kirchner en el recuerdo de un caletense

El hoy veterano militante de Caleta Olivia Ricardo “Chulo” Rodríguez evocó ayer la figura de Néstor Kirchner, quien solía parar en su casa cuando pasaba por esa ciudad. Hoy se cumplen dos años de la muerte del hombre que transformó el país.
Caleta Olivia (agencia)

Ricardo “Chulo” Rodríguez cumplirá 70 años el 16 de diciembre, es mecánico y nació en Azul (provincia de Buenos Aires), habiéndose radicado en la ciudad de Gorosito en 1964. Cuando llegó, ingresó a YPF como mecánico en los talleres que la empresa tenía en Cañadón Seco y su principal maestro político fue Felipe Ludueña, quien llegaría a ser senador nacional. En 1966, “Chulo”  también comenzó a incursionar en la faz gremial, ocupando el cargo de secretario de organización en el Sindicato Unidos Petroleros del Estado (SUPE).
Su primer contacto con Néstor Kirchner lo tuvo en 1973 en Río Gallegos, donde viajó junto a Sergio Otero en representación de la JP de Caleta Olivia para participar de un congreso regional que se celebró en el colegio Ladvocat. Recuerda que por aquel tiempo Kirchner tendría unos 22 años y ya comenzaba a dar señales de ser un gran orador, pero otros fogosos militantes de la época no le daban el lugar que se merecía.
Meses después, otro encuentro de juventud se realizó en Caleta y “Chulo” ofreció su casa para realizarlo, ubicada en la intersección de las calles Primeros Pobladores y Nicolás Izurrategui.
Ahí también llegó Kirchner, a quien ya llamaban afectuosamente “Lupo”. Por entonces, cada vez que quería imponer sus posturas otros jóvenes que tenían mayor experiencia política le decían a modo de broma: ”vos cállate que no te entendemos nada y cebá mate”.
Rodríguez dice que le notaba una personalidad avasallante y que con el transcurrir del tiempo trabó una gran amistad con quien asumiría como Presidente el 25 de mayo de 2003.
Por un tiempo, dejó de tomar contacto con Kirchner ya que el mismo permanecía en La Plata cursando sus estudios de abogacía, pero tras graduarse reanudó sus viajes a Caleta Olivia y generalmente se hospedaba en su casa, degustando las empanadas que le preparaba su esposa, María del Carmen Ferreyra.
De paso recuerda “Chulo”, aprovechaba para dormirse algunas siestas en una cama cucheta y bromeaba con el hijo más pequeño de los Rodríguez, quien era hincha de Boca y al que Kirchner quería convertirlo en fan de Racing.

DIFERENCIAS
La amistad comenzó a quebrarse luego de 1983, época en que ya Kirchner había alcanzado notoriedad y se enfrentaba en la interna con quien era la principal figura del justicialismo en Santa Cruz, Arturo Puricelli, el mismo que hoy es ministro de Defensa de la Nación.
“Chulo” sostiene que no le gustaron ciertos personajes que comenzaron a rodear a Néstor, como Dante Dovena y Ricardo Jaime, por lo cual él no fue parte de la conformación del Frente para la Victoria y aunque se había insertado en un partido vecinalista y se postulaba como candidato a intendente, igual “Lupo” lo invitó a una reunión.
Cuenta que en esa circunstancia Jaime ironizó acerca de su presencia, pero inmediatamente Kirchner aclaró que “el Chulo es el único tipo que me puede putear las veces que quiera”.
Las anécdotas personales de Rodríguez con Kirchner son muchas y recuerda otra que ocurrió en Buenos Aires cuando acudió a una reunión con importantes dirigentes en la que también estaba Eduardo Duhalde.
Pasó el tiempo, la historia impuso su impronta y él ya estaba alejado de la militancia activa cuando el 27 de octubre de 2010 lo invadió un sentimiento de profunda tristeza y dolor, aunque procuró mostrarse firme y no llorar.
Igualmente quería estar en las exequias y viajó a Río Gallegos junto con su mujer. En el cementerio pensó que iba a encontrarse con otros compañeros de “su” juventud peronista pero no encontró a ninguno de ellos.
Incluso la gente que se ocupaba de protocolizar a quienes iban a estar cerca de la morada final de Kirchner no le permitieron ingresar, pero tuvo la suerte de ser visto por el entonces intendente Fernando Cotillo, quien se ocupó de facilitarle el acceso y así poder darle el último adiós al ex Presidente.
Hoy, a dos años de su fallecimiento,  Rodríguez rinde homenaje a quien calificó como “un gran político que permanecerá en el eterno recuerdo de millones de personas y en los anales de la historia argentina”.

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