“No podemos permitir este genocidio laboral”

El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, calificó ayer de "genocidio laboral" la decisión de Mauricio Macri de no renovar los contratos a 2.300 empleados del gobierno de la ciudad. Los gremios anticiparon un paro de 72 horas.

Buenos Aires (Télam)
Durante un multitudinario acto realizado por el gremio de los municipales, en protesta por los despidos y la intervención de la obra social, el líder camionero manifestó su compromiso de no permitir «ni un sólo despido».
«Los trabajadores somos profundamente respetuosos de la voluntad popular, pero los gobiernos electos no pueden pretender que toda la responsabilidad de los gobiernos anteriores la paguen los trabajadores. No podemos aceptar este genocidio laboral que se pretende hacer en el municipio».
Moyano fue el principal orador de un multitudinario acto en la puerta de la jefatura de gobierno porteño que fue convocado por el gremio de Sutecba, que conduce el dirigente Amadeo Genta, en contra de la anulación de contratos del personal y de la intervención de la obra social.
Mauricio Macri decidió recientemente que no se renovarían los contratos de 2.300 trabajadores municipales y que se revisarían otros 18.000.
Por este motivo, Sutecba realizó esta semana paros progresivos que culminaron con la marcha de ayer a Plaza de Mayo.
«Quieren confundir a la sociedad diciendo que esos 2.300 trabajadores son ñoquis y no es así, es mentira», dijo el líder de la CGT.

REPUDIO
Otra de las medidas criticadas por Moyano fue la decisión de Macri de intervenir la obra social de los municipales, y permitir en su futuro su desregulación, lo que permitirá que los trabajadores municipales puedan elegir su servicio de salud.
En ese sentido, Moyano advirtió al gobierno porteño que no se va a cambiar «obra social por despidos», en respaldo de Sutecba.
Las palabras del líder de la CGT fue ovacionada por unos 15.000 trabajadores que ocuparon la Avenida de Mayo desde Bolívar, dónde estaba el palco, de espaldas al río, hasta la Avenida 9 de Julio.
El conflicto con los trabajadores municipales y con el gremio que los nuclea se inició el 31 de diciembre cuando se conoció la decisión del jefe de gobierno porteño de no renovar 2.300 contratos y cuando por un decreto de necesidad y urgencia decidió intervenir por seis meses la obra social.
El líder de la CGT instó al diálogo y llamó al gobierno porteño a «reflexionar» y a su titular a no dejarse «llenar los oídos por los que no entienden nada».
Moyano ratificó la predisposición «al diálogo» de los trabajadores municipales, aunque advirtió que «si los atacan van a responder con todo el poder que tienen los trabajadores».
«Vamos a pelear hasta las últimas instancias por un trabajador o por todos», dijo el líder de la CGT.
El acto comenzó pasadas las 11 con la entonación del Himno Nacional y siguió con las palabras del secretario general adjunto de Sutecba, Patricio Datarmini, y el titular del gremio, Amadeo Genta, que precedieron al discurso de Moyano.
Genta hizo un llamado a «mantener la unidad y la solidaridad, defendiendo el trabajo» porque, dijo, «hoy nadie puede quedarse sin trabajo».
«Mantengamos la lucha hasta que recapaciten y revean la medida», dijo Genta desde el palco en un discurso que se vio interrumpido cuando el dirigente se dirigió a un grupo de manifestantes que estaban peleando por un lugar más cerca del palco.
«No nos enfrentemos gremio contra gremio, trabajadores contra trabajadores porque de esa forma le hacemos el juego a los que quieren privatizar», dijo.
Pese a estos incidentes menores, el acto culminó con tranquilidad a las 12, y los manifestantes se desconcentraron por las diagonales norte y sur.
Alrededor de dos centenares de integrantes del gremio de los camioneros, todos ellos con gorritos blancos y verdes, se encargaron de hacer un cordón de seguridad para facilitar el trayecto que debió recorrer su líder Hugo Moyano desde el palco hasta su auto, estacionado a pocos metros sobre Hipólito Irigoyen.
En tanto, en los alrededores de la Plaza de Mayo los manifestantes se descongestionaban sin ocasionar disturbios y se retiraban las banderas que aludían a las distintas áreas que integran el municipio porteño, entre ellas Centros Culturales, Centros de Gestión y Participación (CGP), Hospitales, Guardia de Auxilio y Emergencia.    

El jefe porteño busca respaldo legislativo
Buenos Aires (Télam)

Mauricio Macri buscará la semana próxima el respaldo legislativo a su primer decreto, con el que fijó la intervención de la obra social de los estatales porteños, donde ayer se le impidió el ingreso al flamante interventor del gobierno comunal.
Diputados macristas confirmaron que el jefe de gobierno convocará a una sesión extraordinaria de la Legislatura «probablemente» el jueves próximo para que ese cuerpo ratifique o rechace su primer Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), con el que dispuso la intervención de la obra social municipal.
El bloque kirchnerista de la legislatura porteña anunció ayer que no dará quórum para esa sesión especial que convocó Mauricio Macri para tratar la intervención a la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires.
«Si Macri y sus aliados logran reunir 31 diputados sentados, nosotros vamos a bajar a dar el debate. Si no es así, no», apuntó el titular del bloque del Frente para la Victoria, Diego Kravetz.
Sin embargo que el macrismo con la asistencia de sus 28 legisladores y tres diputados de otras bancadas podrá reunir el quórum para habilitar la sesión y luego para votar la intervención de la obra social.
El decreto, que lleva el número 1 y fue publicado ayer en el Boletín Oficial, deberá ser ratificado o rechazado con el voto de la mitad más uno de los legisladores, es decir con mayoría simple.
En el DNU Macri argumentó que la ley 472 estableció como plazo máximo el 1 de enero del 2003 para que la OBSBA dispusiera la adhesión al régimen del Sistema Integrado de Salud, es decir su desregulación.

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