Obligados a irse de vacaciones, los petroleros atraviesan un panorama de incertidumbre

A la espera de que el gobierno de Mauricio Macri exponga cuál será el proyecto para la industria del petróleo y gas, el temor es que los subsidios al barril sean suprimidos o puestos en evaluación. Desde ayer y por 40 días, quedan parados 15 equipos de perforación de PAE. Hay trabajadores que estarán más días, porque les devolverán vacaciones y francos compensatorios adeudados.
Los petroleros se verán forzados a tomarse vacaciones por 40 días. La medida alcanza a un número de 2.000 obreros del sector -entre convencionales, jerárquicos, además de camioneros y construcción-, como medida para paliar la presión que ejerce la crisis de los precios del crudo a nivel internacional en el país, perjudicando en especial la cuota de exportación que ya no arroja saldos positivos.
El subsidio por barril y las recompensar por incremento de la producción ya llevan un año y falta la decisión del gobierno nacional entrante de Mauricio Macri sobre su futuro. La relación entre los petroleros chubutenses y en próximo ministro de Energía, Juan José Aranguren no es la mejor: el 6 de noviembre realizaron un acto frente al Partido Justicialista para despotricar contra el ex directivo de Shell. Lo acusaron de querer reprivatizar YPF y quitar los subsidios a la industria.
En concreto, el plan vacacional arrancó ayer con el pase a licencia de 1.420 petroleros, más otros 500 jerárquicos y 200 de otros gremios, principalmente de la construcción. Esto es porque estarán parados 15 equipos de perforación y 26 de workover, la mayoría en los yacimientos de Pan American Energy, cuyo principal activo es Cerro Dragón. Otros, en Tecpetrol. La esperanza de los trabajadores afectados es volver a trabajar tras la primera quincena de enero.
El pulling -abocados al mantenimiento de los equipos, con costos más económicos- seguirán operando. El escenario tiene algunas similitudes con el 2009, cuando también una caída abrupta de los precios internacionales obligó a bajar el nivel de actividad y enviar a la cada a una gran cantidad de trabajadores que eran considerados "mano de obra ocioso". Algunos de ellos, de la construcción. Esa fue la resolución 312 del Ministerio de Trabajo de la Nación, solamente que en aquel momento sólo se les abonaba el salario básico.
En este caso, les piden tomarse vacaciones, las más largas que puedan. Es que a muchos de los obreros petroleros les adeudan días de vacaciones y francos compensatorios, a los que les obligarán a tomárselos. Así, las empresas cumplen con los días libres que les deben y al mismo tiempo reducen la cantidad de gente que tendrán en los yacimientos. El interrogante es qué sucederá en los próximos meses.
El gran temor del actual Gobierno nacional, que ha consensuado con las provincias el actual esquema de subsidios de tres dólares por barril y otros tres por barril incremental- es que el crudo siga así dos años o, aún peor, que cruce por debajo de la barrera de los 40 dólares. Si no baja la producción por este período, el Gobierno estará destinando 4.000 millones de dólares en subsidios a las empresas petroleras con el objetivo de no despedir gente y parar por completo a las economías regionales.
Los contratos petroleros firmados por la provincia del Chubut en la era de Martín Buzzi incluyeron una cláusula que hasta ese momento parecía un condicionamiento lejano. Si el barril bajaba de los 45 dólares, las empresas están habilitadas a suspender sus planes de actividad hasta que la situación quede corregida. Parecía lejano entre 2012 y 2013. Pero a finales de 2014, el panorama mundial empezó a preocupar severamente y tanto la Provincia como los municipios petrodependientes -tal el caso de Comodoro Rivadavia- empezaron a recalcular los números de sus finanzas.
Ninguna empresa reconoce despidos, pero si hay despidos en cuotas en distintas firmas de servicios petroleros, en especial las regionales -que ya sumarían 100 para este último trimestre del año-. Además, hay negociaciones con gigantes como Hallibuton, Weatherford y Burgwardt que pretenden achicar sus costos reclamándole sacrificios a los petroleros que resisten de la mano del sindicato de Jorge Avila, como cambiar el diagrama de trabajo 1x1 (un día de trabajo, uno de franco) por el 2x1 (dos de trabajo, uno de franco).
Todavía el programa petrolero de Macri es desconocido para muchos. Los petroleros pidieron una reunión con Jorge Triaca, designado para el Ministerio de Trabajo de la Nación, para exponerle la actualidad de las negociaciones y cómo está la situación de la industria del petróleo y gas en materia laboral. Lo cierto es que los subsidios terminan el 31 de diciembre, y sólo ha habido menciones de Aranguren de prorrogarlos un trimestre más.

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