El candidato presidencial del Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño, analizó el futuro de ese espacio a la luz de las elecciones del pasado domingo donde se impuso al histórico dirigente Jorge Altamira, y criticó a quienes quieren desmerecer el resultado apuntando a la juventud de los integrantes del PTS.
En diálogo con Télam, Del Caño se mostró satisfecho por haber capturado votos independientes a la estructura del FIT y ponderó la militancia del PTS, sobre todo, en los espacios sindicales de tipo industrial.
"En una elección se trata de ampliar la adhesión y se busca fortalecer la militancia", dijo el diputado por Mendoza en respuesta a las críticas recibidas por haber ganado con votos que -según interpretan en el PO- trascienden al tradicional voto de izquierda.
Del Caño se mostró satisfecho por haber conquistado a esos sectores independientes, pero subrayó el crecimiento de la militancia del PTS: "Hay compañeros a los que les cuesta aceptar la realidad, tenemos un enorme desarrollo en las comisiones internas de las principales industrias del país. El 40 por ciento de nuestros candidatos fueron obreros".
"Se quiere desmerecer nuestro triunfo por la juventud, pero nosotros queremos una renovación porque es lo que se viene dando, queremos una gran fuerte militancia de los jóvenes para salir de los pequeños círculos", añadió.
Al ser consultado por el resultado de la alianza que selló el Partido Obrero con partidos que no forman parte de la tríada inicial del FIT, Del Caño dijo que "el problema es que acumular grupos no es el camino para ampliar el FIT".
LAS DUDAS DE ALTAMIRA
El partido que conduce Altamira se había negado durante meses a participar de una interna enfrentando al PTS, pero, una vez que aceptó el desafío, apostó a consolidar una alianza con Izquierda Socialista (el tercer partido que integra el FIT) y con grupos "extra-frente".
La política de expansión del PO no le generó los resultados esperados: en Jujuy la alianza con Carlos "El Perro" Santillán no redundó en votos y la interna en esa provincia se resolvió en una relación 71-29 en favor del PTS.
Altamira cosechó previsibles triunfos en Capital Federal y provincia de Buenos Aires promediando los 55 puntos, pero esa elección en los distritos más influyentes no le permitió revertir la elección de Del Caño en Mendoza, donde el FIT consiguió casi un 9 por ciento que quedó en un 92 por ciento en manos del candidato del PTS.
Sin embrago, Del Caño considera que la derrota bonaerense por ajustado margen fue la llave para la victoria nacional: "Fue clave nuestra elección de la provincia, instalamos nuestra campaña en poco tiempo con un alto nivel de desconocimiento".
Respecto de la campaña de cara a octubre dijo que desde el PTS dan "por descontado que los restantes integrantes del FIT van a militar por la fórmula presidencial".
Desde el Partido Obrero se buscó evaluar el resultado destacando lo que consideran puntos positivos.
En ese sentido destacaron el crecimiento del FIT en general duplicando los votos respecto a las PASO de 2011, el triunfo de la lista distrito nacional que encabeza Ramal y la victoria en 3 de los distritos más poblados, centrales para pelear escaños en el Congreso Nacional.
Al momento de evaluar la victoria del PTS a nivel nacional, señalan que esa fuerza consiguió votos en provincias donde su desarrollo partidario "no tiene estructura".
Salta y Santa Cruz votaron a favor de la lista del PO con porcentajes superiores al 70, mientras que el PTS se hizo fuerte en Neuquén, Jujuy y San Luís.