“Pasar el Día del Padre en una pista es un placer”, coinciden los Ferre

Padre e hijo comparten la pasión por la velocidad. En 2001 comenzó en la Stihl a correr y su padre siempre fue su acompañante en las carreras. Desde 2009, empezó la etapa de los autos con techo y desde hace un año aproximadamente corren en el Turismo Pista 1.100cc y el Turismo Pista Gol 1.6 respectivamente.

En el verano de 2001 comenzaron a compartir el mundo del automovilismo. Incentivado por Fabio Polito, José María Ferre (57) lo llevó a su hijo Rodrigo (21) que en ese momento tenía 7 años, para que pruebe un kárting de la categoría Stihl. El inicio fue complicado porque el futuro piloto no aceleraba como su papá pretendía, hasta que se acostumbró y ambos compartieron kartódromo por toda la provincia, y también a nivel nacional cuando fueron a correr un Argentino.
Hoy ambos siguen unidos por una pista, y comparten la mayor parte del día. Reciben al Diario Patagónico en la base de su empresa JR Arenados, en el barrio Industrial. “Titi” da órdenes a dos empleados que trabajan afuera con los autos de competición mientras “Rodri” termina de cerrar unos papeles antes de charlar.
“Arrancamos en 2001 con la Stihl, yendo a probar en el verano. Con Mariano Cacheda y al año siguiente empezamos a correr. En 2013 estuve parado, pero el resto siempre presente en todos los campeonatos”, recuerda Rodrigo, sentado a la derecha de su papá en la oficina.
“La idea fue de Fabio Polito. Yo iba a los asados de los viernes y él tiró la idea de que corra en kárting, pero al principio no me convencía. Un día me cansó y fuimos. A vuelta de rueda íbamos al principio y el ‘viejo’ se calentaba porque íbamos muy despacio pero bueno, le pusimos muchas ganas y acá estamos corriendo hace 12 años”, comentó con una sonrisa mientras lo mira a su papá.
“Titi” hace memoria y afirma que después estuvo también la etapa como presidente de la AKPS, donde se lograron cosas importantes como el kartódromo en el barrio Industrial y también surgieron los pilotos que hoy integran las filas del TP Gol 1.6 y Turismo Pista 1100cc.
“Estuvimos al frente de la AKPS en 2005 y tuvimos dos mandatos luego de la presidencia de Marcelo Agrelo. Cuando está tu hijo de por medio, uno no tiene problema en ponerle el hombro. Trabajamos junto a Cacheda, Pachmann, Almonacid, entre otros. Un lindo grupo donde trabajábamos para que mejorara el kárting. Surgió la escuelita de kárting, y de ahí salieron muchos pilotos que hoy están en categorías de pista”, destacó.

EL PASO DEL KARTING A LOS AUTOS CON TECHO
El cumpleaños del año 2009 fue un antes y un después en la vida de Rodrigo. Su papá le hizo un regalo inesperado a los 16 años, cuando le pidió que lo acompañe a la base de Vientos del Sur.
“Estaba la máquina ahí. No lo podía creer. Fue un hermoso regalo, y comenzamos con el Beto Silvi donde tuvimos un gran campeonato. Luego al año siguiente no tuvimos un auto tan competitivo y nos cambiamos a Celeste Acosta. Fue un cambio grande del kárting al 128. El primer año de experiencia, peleamos la punta en una categoría donde había pilotos grosos como Larreguy o Morales. Fue muy lindo, pero después se fue todo para atrás, y chau”, recordó Rodrigo.
El Gol lo compraron el año pasado, y lo armó Celeste Acosta por lo que este año empezamos de lleno el campeonato. La intención es sumar experiencia, y este fin de semana correrá la cuarta de la temporada en el autódromo General San Martín de Comodoro Rivadavia.
José María recuerda que no quiso largar el Fiat 128, que en su momento fue campeón cuando lo manejaba Larreguy. “Era un auto muy bueno, y por eso lo dejamos y empecé a correrlo yo. Llegó el momento y nos pusimos el casco”, asegura con cara de sorpresa.
“Cuesta un poco que entienda porque hay que decirle las cosas varias veces, pero entiende. Lo trato de ayudar porque conozco un poco más los circuitos pero la ayuda es mutua”, sentencia Rodrigo con cierta complicidad.

FESTEJAR EL DIA DEL PADRE EN UNA PISTA
Rodrigo y su papá han compartido otras cosas además del automovilismo. Hace un tiempo atrás salían mucho a pescar o hacían salidas en cuatriciclos. Es bastante el tiempo que comparten los dos, y lo disfrutan.
En carrera deportiva, Rodrigo ha competido en varias oportunidades el Día del Padre. Y siempre se disfrutó ese día, nunca lo padecieron. “Creo que casi todos los años nos tocaba correr y es un placer compartir. Correr el Día del Padre o el Día de la Madre no te cambia nada. Todos los días hay que estar cerca de la familia”, asegura convencido José María Ferre.
Entre alegrías y tristezas compartidas en el viejo kartódromo “Raúl Andrés Villariño”, ambos coinciden en el momento de gloria más positivo. “Sin dudas que lo más lindo que compartimos juntos fue el campeonato en la categoría Prokart. La luchamos, la peleamos y se nos dio. Fue una alegría inmensa. Somos de poco trabajo, mandamos a pedirle motores a Saporito y salió redondo. Eso fue en 2006 y el año siguiente salimos subcampeones. Ya no había que demostrar nada, en Buenos Aires tenés que demostrar que sos bueno”, aseguró José María Ferre.
Convencido de sus logros, el piloto del TP Gol 1.6 advirtió “en esa época, cuando corría en Prokart me tocó ganar en el Día del Padre y también para el Día de la Madre. Creo que mejor regalo no les podía hacer. Que te acompañen todo el fin de semana, y al finalizar el domingo darles esa alegría era algo muy lindo”, concluyó. 

Fuente: Carlos Alvarez

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