Petróleo: Comodoro debe discutir el reparto de la torta

Por Jorge Luis Camarda (*)
La discusión de cómo se reparten los recursos generados por la actividad petrolera originada en Comodoro Rivadavia es central para la formulación de políticas que devuelvan a nuestra ciudad un claro concepto de calidad de vida.
Cuando observamos que en nuestra ciudad los servicios esenciales del Estado, como son seguridad, salud y justicia, se encuentran en situación de colapso, surge claramente que no hay relación entre la riqueza que esta entrega y lo que vuelve en materia de servicios. Esto, en la ciudad generadora del mayor ingreso por regalías del país.
También debemos reclamar al Estado nacional una coparticipación sobre lo que aquél se queda en materia de retenciones sobre exportación.
Quiero decir: si Comodoro Rivadavia entrega hoy más del 40 por ciento del presupuesto provincial, no es posible aceptar que aquí falten policías o haya menos efectivos que en otras ciudades de la provincia, cuando tenemos la mayor concentración poblacional; tampoco es posible aceptar que la ciudad sólo tenga un hospital, por más que a este se le pongan parches o con él se haga márketing en lugar de política de salud.
Pero además, si la provincia no está dispuesta a atender cuestiones esenciales que hoy se reflejan en carencias que afectan a diversos ámbitos de la vida de los comodorenses, el municipio deberá ejercerlos con la correspondiente transferencia de recursos.
El reparto de las regalías hidrocarburíferas no puede seguir con el mismo esquema de décadas atrás. Hoy la provincia se queda con el 84 por ciento de las regalías y coparticipa el 16 por ciento entre los municipios.
Desde Comodoro Rivadavia queremos discutir la parte del león: esto se ha reflejado en un anteproyecto de ley impulsado por mi compañera de fórmula, María Laura Barros, que apuntaba a dar la discusión sobre un nuevo esquema de reparto.
Desde nuestro futuro Gobierno municipal, pensamos retomar el reclamo para que los legisladores de la zona sur de Chubut asuman una postura de verdadera representación y defensa del interés regional, a fin de lograr un nuevo esquema de reparto.
Chubut es hoy la provincia que más ingresos percibe en materia de regalías petroleras. Ha superado incluso a la provincia de Neuquén, quedándose con casi el 27 por ciento del total del reparto, lo que en el año 2006 significó un ingreso de 302 millones de dólares. Sobre ese total, la provincia reparte un 16 por ciento entre los municipios, lo que equivale a sólo a 48,9 millones. De ello, el 40 por ciento llega a Comodoro: tan sólo 19,6 millones de dólares.
Una discusión aparte es el modo en que se utilizan esos recursos, que hoy están desaprovechados en el marco de un esquema de ineficiencia y absoluta falta de priorización adecuada de los graves problemas que enfrenta la ciudad.
Pero creemos fundamental reclamar a la provincia un nuevo esquema de distribución interna de regalías, frente a los grandes ingresos que hoy genera el petróleo y que según parece se mantendrá en el tiempo, a juzgar por la concesión extendida en 20 años a favor de la principal operadora de la provincia.
Al mismo tiempo, consideramos necesario discutir a Nación una participación en los recursos que obtiene mediante retenciones sobre exportación. Las retenciones llegan a valores del 45 por ciento sobre el total exportado, que si bien ha caído en el último año, sigue registrando importantes ingresos al fisco nacional, siendo la exportación de petróleo uno de los principales sustentos del superávit fiscal.
Pero pensemos que si a valores del año pasado, con una producción total de 38 millones de metros cúbicos y una exportación del orden del 40 por ciento de ese total, a un valor promedio de 60 dólares por barril, el fisco se quedó con unos 2.500 millones de dólares en materia de retenciones.
Si Comodoro accediera a un punto de ese total, le significaría otros 25 millones de dólares por año, para destinar a proyectos de reconversión esenciales para una ciudad que vive en dos planos: el de la abundancia para quienes se vinculan al petróleo y el de la subsistencia en una de las ciudades más caras del país para los que quedan fuera de ese círculo.
Para integrar a ambas ciudades, se necesita un proyecto de ciudad con capacidad de liderazgo, revirtiendo su actual estado de delegación administrativa, postrada y perdiéndose la oportunidad de crecer con equidad en un ciclo macroeconómico favorable.
 (*) Candidato a Intendente de Comodoro Rivadavia.

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