Diego Distel presentó en el Centro de las Energías, en un acto encabezado por el ministro de Ambiente de la provincia, Eduardo Maza, y el titular del área municipal de Ambiente, Fabián Suárez, un proyecto para la generación de biogás a partir de residuos orgánicos en Comodoro. El biogás producido es energía y tiene diferentes formas de aprovechamiento: la combustión directa para generar calor, la combustión que genera energía eléctrica, o un mecanismo más eficiente que genera ambas a la vez.
Esto implica lisa y llanamente transformar la basura orgánica (a excepción de la madera) en energía. Si bien hay varias formas de hacerlo como la incineración, el proyecto de Distel consiste en un proceso biológico que conserva todos los nutrientes de la materia orgánica, de modo que el aprovechamiento de los residuos resulta integral, dado que el desecho final tras la obtención de la energía en forma de biogás es nada menos que compost.
De acuerdo a los cálculos del especialista, con la cantidad de residuos biológicos que produce la ciudad se podrían generar 1,5 mw de energía. En función de que el consumo local ronda los 100 mw, el factor de utilización energético supera a la energía eólica, ya que 1,5 mw de biogás podrían equivaler a 3 mw eólicos, dado que el aerogenerador no funciona de modo continuo. Así, el factor de capacidad de esta última puede rondar el 40%, mientras que la instalación de biogás puede alcanzar un factor de capacidad del 80%, es decir el doble.
Para reciclar la basura en biogás, es necesario dotarla de condiciones de humedad y temperatura necesarias para que las bacterias se desarrollen. Es un proceso biológico que también se da en los rellenos sanitarios (basado en la descomposición de la materia), aunque en este caso el proceso sucede en forma lenta, produciendo contaminación en barrios circundantes y en la atmósfera con la emisión de gas metano, que contribuye al calentamiento global. Distel explicó que el gas de un relleno sanitario se puede capturar, pero nunca en su totalidad.
LAS CONDICIONES
En el caso de la tesis presentada, las condiciones de humedad y temperatura se dan en un ambiente cerrado dado por un tanque de 10.000 o 20.000 metros cúbicos. Allí se calefaccionan los residuos, acelerando el proceso de descomposición de la materia. Se inicia así un proceso continuo de descomposición para la producción final de abono y gas.
Este último se colecta para su aprovechamiento en calor --previa incineración directa-- , o su quema en un motor a combustión interna que a su vez movería un generador eléctrico que produciría tanto electricidad como calor.
De este modo también habilita la posibilidad (todavía poco común en Argentina) de comercializar energía térmica en forma de agua caliente. Esta se distribuye a nivel domiciliario mediante cañerías, para uso en calefaccionamiento. De ese modo, se sustituye el medidor tradicional de energía eléctrica por uno que controla la temperatura del agua que ingresa y la que sale.
Se trata entonces de un proceso sumamente eficiente, dado que el aprovechamiento de los residuos y la energía es total. Por otra parte, al estar toda la red eléctrica conectada, del mismo modo que los molinos eólicos inyectan su producto a la red, se podría “subir” la producida bajo estos parámetros ambientales.
LOS COSTOS
El mayor inconveniente que enfrenta este proyecto es el tema costos, ya que resulta más caro que la energía eólica, dado que Distel encontró en su estudio que no existen proveedores locales de la tecnología necesaria para este tipo de producción. Así, para analizarlo a escala local, debió adaptar los costos de inversión inicial, operación y mantenimiento en Europa, por lo que de ese traslado de datos surge que para la instalación de 1,5 mw eléctricos se requiere una inversión de 15 millones de dólares.
En tal contexto, se planifica a futuro la aplicación del proyecto en pequeña escala para que sirva de aprendizaje, avanzando paso a paso en la aplicación.
Una de las factibilidades es la instalación en zonas aisladas que no cuentan con acceso al gas como la meseta central de Chubut, donde con la instalación de un tanque de almacenaje de menores dimensiones y obviando el generador a combustión interna y los aspectos de generación de electricidad, se puede utilizar el biogás producido en un quemador, sustituyendo el uso de leña por ejemplo.
- 11 marzo 2012