En los tribunales en Trelew se realizó la audiencia de control de detención para A.N.L., la mujer que dio muerte a su pareja Alejandro Ponce, tras haber recibido diversas agresiones, de acuerdo a lo que hizo trascender el Ministerio Público Fiscal representado en la oportunidad por el fiscal general Fabián Moyano.
Participó por video conferencia la jueza Mirta Moreno y ejerció la defensa de la imputada Romina Rowlands.
Señaló el fiscal que la tragedia ocurrió el domingo, alrededor de las 0.30, en el comedor de la vivienda que A.N.L. ocupaba junto a su pareja Alejandro Ponce, en el barrio Constitución de Trelew. Hubo una acalorada discusión y el hombre golpeó a la mujer provocándole una contusión en el labio superior y lesiones en ambas rodillas, además de un corte en el dedo del pie.
El acusador admitió que “excediendo los límites de la legítima defensa ya que pudo haber adoptado otra acción menos gravosa o peligrosa, superando la necesidad para aventar mayores agresiones”, la mujer tomó un cuchillo de grandes dimensiones y le asestó una puñalada en sentido ascendente de adelante hacia atrás impactando en la zona toráxica lado izquierdo y en el ventrículo izquierdo y miocardio provocando lesión cardíaca que le provocó al hombre la muerte inmediata.
La calificación jurídica es la de homicidio agravado por el vínculo con exceso en la legítima defensa en carácter de autora.
LOS TESTIMONIOS
El fiscal Moyano resaltó los testimonios que se obtuvieron de vecinas que viven en departamentos aledaños al sitio donde sucedieron los hechos. Puso de manifiesto los dichos de quienes dieron cuenta de que las agresiones que sufría la mujer por parte de Ponce eran frecuentes y que no habían sido denunciadas.
Remarcó que esa noche las testigos escucharon gritos y roturas de elementos, a la vez que sentían cómo gritaban los niños, uno de 11 años y su hermana de 8. “Papá, no le pegues a mamá”; “a las mujeres no se les pega”, y “Papá, no mates a mamá”, sonaban nítidamente.
Contaron también que minutos más tarde la mujer salió presurosa de su vivienda y comenzó a golpear las puertas de los departamentos contiguos pidiendo entre gritos desesperados que llamaran a la ambulancia para que fuera atendido el hombre.
Una de las testigos aseguró que la mujer le había contado que él consumía cocaína y se ponía muy violento pero no lo quería denunciar porque “lo amaba”.
El fiscal aseguró que la imputada no tiene antecedentes ni causas en trámite y valoró asimismo el propio pedido de auxilio efectuado, al manifestar que no hay peligro de fuga ni entorpecimiento, por lo que no solicitó medidas de coerción. Dejó constancia que la calificación es provisoria y de acuerdo a la investigación puede mutar en el futuro.
La defensora Romina Rowlands dijo que había constatado las lesiones en el cuerpo de su defendida y coincidió con la fiscalía en cuanto a los testimonios presentados, valorando la posición asumida por el fiscal en este contexto de violencia de género, para finalizar pidiendo la libertad de la mujer.
La jueza Mirta Moreno resolvió entonces la apertura de investigación por el término de seis meses de acuerdo a la calificación esgrimida por el Ministerio Público Fiscal y al no existir solicitud de medidas, determinó la inmediata libertad de la imputada.