En el marco de la causa judicial por el homicidio que se produjo entre el 10 y el 13 de mayo de este año, se efectuó en los tribunales penales de Comodoro Rivadavia una audiencia de revisión de la prisión preventiva que viene cumpliendo Julio César Montesinos.
La funcionaria de fiscalía Inés Bartels solicitó que se mantenga la medida restrictiva de la libertad del imputado hasta que finalice el debate de la causa. En contraposición, su defensa representada por Viviana Barillari, requirió el arresto domiciliario. Finalmente, el juez Mariano Nicosia resolvió mantener la prisión preventiva por seis meses o hasta la finalización del juicio.
Bartels argumentó el pedido de continuidad de la prisión preventiva en que existen elementos de convicción suficientes para tener a Montesinos como probable autor del homicidio de Sergio Nahueltruz. “Ya se ha realizado la audiencia preliminar del caso y se ha elevado la causa a juicio oral y público por el delito de homicidio simple, estimándose en caso de condena una pena mínima de 8 años de prisión”, señaló.
La funcionaria fiscal añadió que teniendo en cuenta la gravedad del delito y la pena en espera, existe peligro de fuga del imputado. También planteó el peligro de entorpecimiento de la investigación ya que dos testigos son vecinos de Montesinos y su libertad podría afectar sus declaraciones en el juicio, aseguró Bartels.
En contraposición la defensora pública, Viviana Barillari, expresó que podría cautelarse el proceso con alguna medida sustitutiva menos gravosa que la prisión preventiva. “Los únicos indicios que hay son unívocos y plantean dudas”, manifestó.
Subrayó que rige el estado de inocencia en esta etapa del proceso, tal cual lo establecen las constituciones nacional y provincial, y los tratados internacionales de Derechos Humanos. Solicitó así el “arresto domiciliario” de Montesinos en la casa de su padre.
Tras la exposición de las partes, el juez Nicosia resolvió mantener la prisión preventiva del imputado por el término de seis meses o hasta que finalice el debate, lo que ocurra primero.
Sostuvo que arribó a esa decisión teniendo en cuenta que la fiscalía “pareciera tener capacidad probatoria suficiente para probar el hecho”. Indicó que la liberación del imputado en esta etapa del proceso puede entorpecer la investigación ya que existe el riesgo de que intimide a testigos. “Permitirle al imputado una medida sustitutiva como el arresto domiciliario pondría en riesgo la averiguación de la verdad”, sentenció.
EL CASO
El homicidio elevado a juicio ocurrió entre el 10 y 13 de mayo de este año. Según la acusación de la fiscalía, Montesinos se presentó en el domicilio de Nahueltruz, en la calle Código 909, Manzana 64, Parcela 21, de la extensión del barrio Abel Amaya, sector más conocido como barrio Las Américas.
De acuerdo al relato de la acusadora pública, Montesinos atacó a la víctima con un cuchillo. Le asestó seis cortes en el cuerpo, los que provocaron la muerte de Nahueltruz debido a un shock hipovolémico.
Antes de escapar del lugar con sus ropas ensangrentadas, el imputado cerró la puerta y se llevó la llave, al igual que el teléfono celular de la víctima. El cuerpo de Nahueltruz fue hallado el 13 de mayo por la policía después de que una habitante del sector manifestara su preocupación porque llevaba varios días sin ver a su vecino, quien se ganaba la vida vendiendo diarios.