Caleta Olivia (Agencia)
Para tal efecto, estuvieron directivos y técnicos de la compañía petrolera, como Eduardo Lipzyck, jefe de Relaciones Institucionales; el director de la Unidad Económica Chubut-Cañadón Seco, Jorge Ortea; más los intendentes Fernando Cotillo y Osvaldo Maimó, de Caleta y Pico Truncado, respectivamente; la diputada por municipio Nieves Beroiza y funcionarios de la subsecretaría de Medio Ambiente de la Provincia, como la directora ambientalista Verónica Baran.
El técnico de Repsol, Marcelo Artigas, explicó que este proyecto «nace de un compromiso con el área de servicios públicos de Truncado para dejar de captar agua dulce del Río Deseado» para la recuperación secundaria de los yacimientos que la empresa posee en la zona.
Tras destacar que es un montaje inédito en Sudamérica, Artigas describió que el objetivo es utilizar las aguas servidas (cloacales) de estas dos ciudades, a través de procesos de sedimentación y filtración (con floculantes y bactericidas) para ser usadas en el bombeo de sus pozos.
Si bien en un principio el proyecto se empezó a ejecutar en Truncado, después «se extendió a Caleta Olivia, donde observamos que, ahora, los efluentes cloacales van al mar». En la disertación de ayer, en la que también estaba como oyente el jefe de Servicios Públicos SE de Caleta Olivia, Rubén Contreras, Artigas dijo que «se construirán dos plantas, a continuación de las existentes» en ambas urbes del norte santacruceño.
Buscando que el proyecto sea comprendido por todos, Artigas expuso cómo se hace la recuperación secundaria, en donde «el agua se inyecta, inunda el reservorio, y empuja el petróleo remanente».
En cuanto a la cantidad de metros cúbicos que posee cada planta, según los estudios de la empresa, «Caleta Olivia posee entre 12 y 15 mil m3 por día; mientras que Pico Truncado tiene entre 3 y 4 mil metros cúbicos».
En cuanto al posible remanente de agua tratada por la empresa, fue consultado si será utilizado por las comunidades, como por ejemplo para los regadíos, el técnico declaró: «nadie nos ha hecho ningún tipo de petición o planteo, creo que todo es tratable y si vemos una necesidad, y si la calidad del agua y los volúmenes se adecúan para las necesidades, no tendremos ningún problema».
A su entender, este es «un proyecto que se hace por primera vez en Sudamérica». Señaló que para Caleta «será un beneficio», puesto que ya «no va a ir agua cloacal al mar», y en Truncado «lo mismo porque ahí el agua servida es arrojada a cielo abierto».
«En realidad, el beneficio es mutuo, porque esa agua que era tirada servirá para movilizar reservas y provocará que la empresa aumente la producción, y una parte quedará en ganancias y otra parte irá a la provincia en regalías. Y a nivel social es un negocio para todos».
No obstante dijo que ahora Repsol YPF está haciendo los «estudios de impacto ambiental y presentando el proyecto a las autoridades».
A continuación de esto, vendrá el estudio de la inversión.
Artigas, en este aspecto, manifestó «no saber en cuánto puede rondar», porque «hay que construir las dos plantas, después un tanque, el acueducto que irá desde Caleta Olivia y Cañadón Seco, las bombas». Justamente, aseguró que los pozos petroleros de la zona todavía no están preparados «para recibir un volumen de 15 mil metros más de agua».
En definitiva, aseguró que «es una serie de pequeños proyectos que irán avanzando todos juntos».
«Estamos lo más apurados posibles», para ejecutar el proyecto, afirmó, «pero hoy en día el tiempo está dado por lo que tardan los proveedores».
- 20 marzo 2007