A contramano de lo expresado por el intendente, Gustavo Posse (“Tribilín no tenía habilitación” para funcionar como Jardín “y solo contaba con la aprobación de una presentación de planos”), los concejales Leandro Martin (Frente para la Victoria) y Marcos Hilding Ohlsson (Convocación por San Isidro) hallaron ayer el decreto 874, de 2002 y publicado en el Boletín Oficial.
Allí se exime del pago de tasas “al establecimiento educacional Jardín Materno Infantil Tribilín, ubicado en O`Higgins 591” de ese partido del norte del conurbano.
“San Isidro tiene un sistema por el cual los establecimientos educativos pueden obtener una eximición de impuestos si ponen a disposición del municipio un 5% de la matrícula para becas”, explicó el concejal Martin.
Esto “implica que el municipio conocía al establecimiento y la actividad que se realizaba en él, por lo cual mañana (por hoy) realizaremos un pedido de informe para que se aclare cuál era realmente la situación”, indicó.
Hilding Ohlsson detalló que en agosto de 2002 su bloque impulsó un pedido de informe dentro de la comisión de Educación para que el municipio entregue un listado de todos los establecimientos de nivel inicial y un detalle de los procesos de control.
“Nunca logramos siquiera sacar un dictamen de comisión con el pedido. Para nosotros éste es un tema muy importante porque los vecinos se quejan, por un lado de que no hay lugares, y por el otro de que no tienen claro qué jardines están habilitados”, explicó.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, aseguró que el jardín denunciado no tenía “habilitación para funcionar como tal y sólo contaba con una aprobación de presentación de planos”.
“Se trataba de personas que actuaban como monotributistas, se estableció un engaño a los padres y esto desembocó en la existencia de maltrato”, dijo Posse, y calificó a los responsables del establecimiento como “delincuentes con una grave patología”.
Posse aseguró que el municipio “solo aprobó, hace 16 años, los planos del jardín, pero no hay documentación sobre habilitación”. También justificó la ausencia de un seguimiento en “la gran cantidad de centros educativos privados” que hay en ese partido.
Hernando Sirera, asesor legal del jardín Tribilín, aseguró ayer que el lugar estaba habilitado e inscripto como jardín maternal.
“Los directivos me dicen que en 16 años nunca recibieron una notificación, ni fueron avisados de que debían revertir o recomponer esa habilitación en el orden provincial o municipal”, expuso Sirera.
- 08 febrero 2013