El ex hombre fuerte de la Side, Antonio “Jaime” Stiuso, quién será llamado a declarar en breve porque el fiscal Alberto Nisman se comunicó con un celular a su nombre horas antes de morir, tenía 277 aparatos registrados como propios, aunque la totalidad de las facturas llegaban a la sede de la Secretaría, en la calle 25 de Mayo de esta capital.
De ese total, 231 teléfonos tenían como proveedor del servicio a la empresa Movistar y los 46 restantes eran Nextel, que utiliza un sistema de radio para comunicarse entre abonados.
El dato cobra relevancia a la luz del informe oficial de la Fiscalía de que, horas antes de su muerte, Nisman se comunicó al menos tres veces con Stiuso y en todos los casos la dirección de la llamada fue del fiscal al ex espía.
La cantidad de celulares aún en poder del ex jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia luego de que fuera jubilado el pasado 5 de enero, fue revelada por fuentes próximas a la investigación de la muerte del fiscal de la causa Amia.
Esta cantidad de aparatos contrasta con la cifra casi equivalente, de 282 celulares, que dispone la agencia estatal de inteligencia para uso de los restantes funcionarios y miembros del plantel.
La semana pasada, el defensor designado por Stiuso, el abogado y ex agente Gustavo Blanco Bermúdez, aseguró que su cliente y amigo tenía una “flota” de teléfonos a su nombre.
De este modo dio a entender que Nisman no necesariamente había hablado con el ex jefe operativo de los espías que fue el principal proveedor de información para el expediente sobre el atentado a la mutual judía, en 1994, que llevaba al fiscal muerto.
Ayer se mantuvo el hermetismo en torno a fecha y lugar donde se producirá la declaración de Stiuso, quien la semana pasada fue relevado de guardar el secreto sobre sus actividades en los 42 años que permaneció en la ex Side.
Fuentes de la investigación dejaron trascender sin embargo que la fiscal Viviana Fein trabaja con su equipo en la confección del interrogatorio en el que, por su calidad de testigo y no de imputado, Stiuso debe responder con la verdad so pena de incurrir en el delito de “falso testimonio”.
Las llamadas de Nisman a Stiuso fueron resultado del análisis del entrecruzamiento de comunicaciones del Nextel que usaba Nisman con otros teléfonos, pero solo registra sentido y duración de las mismas pero no su contenido, aunque si indica que activó antenas en la zona donde estaba el celular del receptor.
LA INVESTIGACION
En el plano de las novedades de la investigación, se informó ayer que la segunda pericia de barrido electrónico de metales sobre los isopados hechos en las manos de Nisman, tendiente a encontrar rastro de la deflagración que confirmen que gatilló el arma, dio negativo.
Al igual que la primera prueba realizada en la Plata, la segunda pericia realizada en un equipo más sofisticado de la Procuración de Salta volvió a repetir el resultado anterior, por lo que ahora existe la posibilidad de que se realice otra prueba sobre el arma.
La opinión de algunos peritos es que por tratarse de una antigua pistola Bersa modelo 62 calibre 22L, podría producir una deflagración de baja intensidad que no deja rastros como el que dejan las armas de mayor calibre.
La pistola fue la suministrada por el colaborador informático de Nisman, Diego Lagomarsino, a quien pertenecería un nuevo perfil genético encontrado en un pocillo de café en la cocina del departamento del fiscal.
La jueza Fabiana Plamaghini pidió ayer a Lagomarsino que se presente ante el Cuerpo Médico Forense para obtener sus muestras de material genético para poder cotejarlas, dado que en su conferencia de prensa, el informático relató que Nisman le había ofrecido tomar un café pero luego de entregarle la cápsula le dijo “hacételo vos mismo”.
Los rastros de ADN encontrados en el pocillo no se corresponden con el hallado en el arma, cargador, bala y ropa de Nisman, que pertenecían al mismo fiscal, lo que indicaría que no forcejeó ni habría habido otra persona dentro del baño donde fue encontrado muerto con un tiro en la cabeza.