Washington (Télam)
Los demócratas no consiguieron los dos tercios de los votos necesarios en la Cámara de Representantes (diputados) para revocar el veto, pese a que ganaron la votación por 222 a 203, informó la agencia italiana ANSA.
Pero la confirmación del veto no pone fin a los problemas de Bush en la conducción de la guerra, debido a que ahora necesita la aprobación de una nueva ley para financiar las tropas en los frentes de batalla abiertos en Irak y Afganistán.
La mayoría demócrata en el Parlamento condicionó el financiamiento a la cláusula de retiro de las tropas de Irak entre el 1 de octubre y el 1 de abril.
El calendario que quiso imponer la oposición quedó sin efecto pero tampoco cuenta la Casa Blanca con una autoerización para usar fondos adicionales para las tropas de 124 mil millones de dólares.
La situación obliga a demócratas y oficialistas republicanos a buscar una salida negociada para atender con urgencia la situación de los soldados que Bush se niega a traer e regreso a casa.
El debate, derivación de otro que se dio la semana pasada en la Cámara de Representantes, duró una hora y estuvo signado por los discursos de los demócratas en contra de la conducción de la guerra de Irak y por las réplicas de los republicanos que apoyan la estrategia de Bush.
«El presidente se ha vuelto sordo a los reclamos del pueblo estadounidense. El presidente quiere un cheque un blanco, pero el Congreso no se lo dará», afirmó la demócrata Nancy Pelosi, jefa de la cámara de Reprsentantes.
El republicano Jerry Lewis pidió a sus colegas que mantengan el veto con el argumento de que los políticos no deben interferir en las decisiones militares, un concepto antes formulado por Bush.
«No es el momento para que Estados Unidos retroceda en su guerra contra el terror», dijo Lewis.
La necesidad de aunar un canal de negociación llevó a Bush a organizar una reunión con los líderes del Congreso apenas terminó la votación en la Cámara de Representantes.
- 03 mayo 2007