La difusión de un documental sobre las barras bravas argentinas realizado por la televisión española detalló la relación entre los violentos y algunos fiscales que convocan a la marcha del miércoles en homenaje al fallecido Alberto Nisman, a la vez que continuaron los cuestionamientos a la movilización por parte de dirigentes y juristas.
El documental producido para Canal + en 2012 y difundido el domingo por la TV Pública describe las relaciones que los fiscales Carlos Stornelli y Raúl Pleé supieron tener con los líderes de La 12, la barrabrava del club Boca.
En un tramo del documental, durante una entrevista con Rafael Di Zeo, referente de la hinchada boquense, el reportero relata cómo el jefe de la barra brava xeneize interrumpe la entrevista cuando recibe un llamado de teléfono.
Antes de atender, Di Zeo le muestra el celular en el que, según el periodista, se observa que el llamado es de Carlos Stornelli.
Por entonces, el fiscal que convoca a la marcha por el esclarecimiento de la muerte de Alberto Nisman, era el jefe de seguridad de Boca Juniors, área de la que se hizo cargo tras su salida del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Las imágenes de la entrevista se ven interrumpidas por el llamado y se intercalan con material de archivo en el que el ex jefe de la 12 asegura que “lo bueno no es tener el poder, sino tener el teléfono de quien lo tiene”.
En otro tramo del documental grabado dentro de la Bombonera, se observa también cómo otro de los convocantes a la marcha de mañana, el fiscal de la Cámara de Casación Penal Raúl Pleé dialoga con el periodista español sobre el funcionamiento de la barra brava boquense.
Allí, Pleé, que en ese momento era la segunda autoridad a cargo de la seguridad en el Club de la Ribera, se refiere a los barras bravas afirmando que “ellos tiene una marca (la 12) y supongo que como cualquier dueño de marca, la comercializan”.
Pleé explica que con esa marca “ellos financian sus viajes para seguir al club, o lo que fuere”, al mismo tiempo que describe al jefe de la hinchada, Mauro Martín, que se encuentra inhibido de ingresar a los estadios, como “un organizador, una persona que tiene preeminencia sobre los otros”.
NUEVAS CRITICAS
En tanto, a 24 horas de su realización, la convocatoria del grupo de fiscales a la manifestación del miércoles continúa sumando cuestionamentos de parte de dirigentes políticos, legisladores, funcionarios judiciales y juristas.
El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, aseguró que el momento actual “es un paso más de los tantos intentos destituyentes que hubo en Argentina”.
En ese sentido, el diputado kirchnerista Juan Cabandié cuestionó a la oposición por utilizar políticamente el acto organizado para este miércoles y aseguró que “algunos quieren que la marcha sea por Nisman y otros aprovechan la volada”, en alusión a partidos opositores, miembros del Poder Judicial y medios de comunicación.
Por su parte, el referente de la agrupación Forja, Gustavo López, consideró que tras la muerte del fiscal Alberto Nisman “la sociedad asiste a un intento de golpe de Estado”.
El legislador porteño del Frente para la Victoria, Jorge Taiana, consideró que la convocatoria es “una marcha opositora” y “un hecho político que trasciende la trágica muerte del doctor Alberto Nisman”, en tanto que exhortó al “Poder Judicial a que “se ponga al día con sus propias demoras en el tema” dado que “la causa AMIA sigue sin esclarecerse”.
Por su parte, el senador nacional Fernando “Pino” Solanas sostuvo que la marcha “no es de los fiscales ni de quienes pretenden lucrar con los sentimientos de muchos argentinos”.
La fiscal nacional en lo Criminal, Cristina Caamaño, aseguró que la convocatoria del miércoles “es una marcha política en contra del Gobierno que no nos hace bien”, impulsada por un sector “conservador que quiere mantener un statu quo que lo tiene como grandes señores” y señaló que “algunos de los fiscales” que la organizan “está pensando en sentarse en el lugar de la procuradora Alejandra Gils Carbó”.
El jurista y ex camarista León Arslanian aseguró que la marcha organizada por los fiscales mañana miércoles, al cumplirse un mes de la muerte de Alberto Nisman, quedó “desvirtuada” porque se convirtió “en una marcha antigubernamental” con el riesgo de “interferir en la investigación” sobre el fallecimiento del ex funcionario judicial.