La audiencia contra “Casate” Vargas se llevó a cabo ayer en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia y fue presidida por la juez penal de refuerzo, Margarita Pfister. La Fiscalía fue representada por la funcionaria, Mónica García, mientras que el imputado fue asesorado por el abogado particular, Guillermo Iglesias.
En ese marco, la funcionaria que representó a la parte acusadora amplió la calificación del caso en virtud del resultado muerte de la víctima, por lo que quedó como homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, delito que tiene una pena mínima de 10 años y 8 meses de prisión.
Mientras tanto, el defensor alegó que a pesar de haberse efectuado la autorización, no se llevó a cabo el adelanto jurisdiccional de prueba con la víctima.
A todo esto, es válido recordar que durante el control de detención y a pedido de la Fiscalía, se le dictó la prisión preventiva a Vargas por el término de dos meses y el mismo plazo se otorgó para culminar la investigación. Por lo tanto el viernes se producirán ambos vencimientos, aunque es probable que se solicite una prórroga y el mantenimiento de la prisión preventiva.
En otro orden, está pendiente el trámite de salida laborar que gestionó oportunamente la defensa, por lo que una vez que se aporte la documentación que acredite la relación laboral será tratado el pedido. De todas maneras, la situación actual de Vargas es más complicada que al inicio de la causa.
Se debe recordar que Vargas fue involucrado en el proceso judicial a partir de la agresión con arma de fuego que recibió Ana María Molina (40), el 21 de enero.
La mujer -quien contaba con custodia policial en su vivienda a raíz de amenazas- había salido de su casa con su pareja, cerca de las 20:30 de esa jornada y cuando se desplazaba en un Peugeot 206 por avenida Lisandro de la Torre y La Plata, desde otro vehículo que se le puso a la par le dispararon y quedó malherida.
Desde entonces agonizó en el Hospital Regional, donde pasó 48 días y falleció el 9 de marzo a las 4 de la madrugada.
- 20 marzo 2012