La acusación pública contra Brian Emanuel Ampuero (20) se presentó ayer durante la audiencia realizada en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia. El acto estuvo presidido por el juez natural de la causa, Mariano Nicosia. El Ministerio Público Fiscal fue representado por la funcionaria Inés Bartels, mientras que el imputado recibió la asistencia del abogado particular Alejandro Fuentes.
Se debe recordar que inicialmente Ampuero fue imputado por homicidio agravado y quedó detenido con prisión preventiva por tres meses. El mismo plazo se le otorgó a la fiscalía para acusarlo por el delito que se le atribuyó. Se trata del individuo al que se lo señaló como autor del crimen de Lucas “Willy” Pérez, ocurrido el domingo 1 de setiembre en el barrio 30 de Octubre. En su declaración, el imputado contó cómo se sucedieron las cosas desde la noche anterior y aseguró que nunca le hubiera hecho daño a la víctima porque lo conocía desde que tenía ocho años.
En el transcurso de la investigación la fiscalía encontró elementos para morigerar la calificación jurídica provisoria con la cual fue imputado durante el control de la detención y de esa manera fue que lo acusó por el delito de homicidio culposo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma, en grado de tentativa. La primera parte de la acusación refiere a Pérez como víctima, mientras que la segunda tiene relación con Damián Lara, quien habría sido el que introdujo el arma en el escenario criminal.
A todo esto, en la acusación se fijó como pretensión punitiva la pena de siete años de prisión. Por tal motivo el juicio será realizado por un tribunal unipersonal y en el caso de ser declarado penalmente responsable, la pena debería ser de cumplimiento efectivo.
QUE NO ROBEN
EN EL BARRIO
Al hacer uso de su derecho a declarar Ampuero contó que en ese momento trabajaba en un programa municipal y alquilaba el departamento ubicado frente al de los hermanos Lara, en el edificio 58 del barrio 30 de Octubre. Allí dijo que todo comenzó durante la noche del sábado 31 de agosto cuando invitó a cenar a un tío y un primo.
Los familiares tomaban cerveza y jugaban con una consola de videos cuando cerca de las 2 de esa madrugada se escucharon varias sirenas de alarmas de autos.
“Salí a mirar y entraba Damián Lara con (Nahuel) Cañumero. Tenían varios estéreos, los dos estaban totalmente drogados. Le dije a Lara que se deje de andar robando en el barrio y sacó un arma de fuego. Me metí adentro y cerré la puerta. Al rato llegó la policía y golpeó la puerta de Lara pero como no le abrieron se fueron”, sostuvo.
Según agregó el imputado y sugirió que el dato podría ser corroborado en la Seccional Quinta o con sus propios vecinos del barrio, esa madrugada del domingo 1 de setiembre la policía concurrió 3 o 4 veces porque la gente llamaba a cada rato por lo robos sufridos en sus vehículos. “En un momento vi que bajó Damián Lara sólo y salí. Ahí tuvimos una pelea y le rompí la cabeza. Después me metí a mi casa y cerré todo. Mi tío se fue y mi primo se quedó a dormir. Al otro día a las 9 o 9:30 lo acompañé a tomar el colectivo y me crucé con (Carlos) Llanos, que me invitó a su casa pero le dije que no porque tenía miedo que Lara se metiera a robarme y nos fuimos a mi casa”, agregó.
Al continuar con su relato dijo que a las 11:30 salió con Llanos a comprar y se encontró en el palier con Javier y Damián Lara, Cañumero y otros dos individuos que no conoce. Fue en ese momento –según su versión– que el mayor de los Lara lo invitó a pelear diciéndole que durante la noche se había abusado al pegarle a su hermano menor.
“Peleamos mano a mano en el palier hasta la entrada del edificio. Ahí cayó Javier Lara y le di unas patadas en la cabeza. Al rato apareció Damián bajando la escalera apuntando con un arma, comenzamos a forcejear unos dos metros y se levantó Javier, que lo agarró de la ropa a Willy y se lo puso de escudo. En ese forcejeo se disparó el arma y después salí corriendo”, sostuvo y afirmó que a la víctima la conoce desde que tenía 8 años y varias veces se quedó a dormir en su casa.
“Nunca le hubiera hecho daño a Willy, le pueden preguntar a su familia”, expresó con un tono seguro y tranquilo.
- 27 diciembre 2013