Eduardo Costantini, coleccionista y empresario argentino, compró una obra de Frida Kahlo por u$s34.883.000 en una subasta de la firma Sotheby's en Nueva York. El cuadro inmortaliza el rostro de la artista en plano cerrado, con gesto sufriente, y suma un retrato de Diego Rivera, incrustado en su frente con un ojo adicional.
La obra "Diego y yo" se convirtió en la más cara del arte latinoamericano, quitándole el puesto a "Baile en Tehuantepec", un cuadro de Rivera, compañero de vida de Kahlo, que también había sido adquirido por Costantini.
La casa de remates definió al fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) como un "coleccionista de renombre con un compromiso de larga data de apoyar el arte y los artistas latinoamericanos". Costantini había insistido para quedarse con la obra y hasta cuadruplicó el anterior máximo histórico de la propia pintora mexicana.
"Diego y yo" fue pintada cinco años antes de la muerte de Kahlo y debido a su tamaño reducido -30 centímetros de alto por 22,4 de ancho"- estiman que pudo haber sido una obra que realizó ya postrada en la cama de la célebre Casa Azul. Luego de la compra de Costantini, se convirtió en la obra de arte más valorada de un artista latinoamericano, y de una artista mujer.
IMPUESTO A LAS GRANDES FORTUNAS
El empresario vinculado al sector de la construcción que gastó 35 millones de dólares por un cuadro, había dicho que el impuesto a las grandes fortunas "no ayudan al cuadro general", y aseguró que: "Meten miedo, porque dan una sensación de inseguridad fiscal".