Se realizó con éxito la primera jornada de bautismos en el mar

"El frío de la mar se contrarresta con la calidad humana del grupo", sostuvo Jimena Lacour, una de las cinco debutantes en sumarse a la propuesta de "Nademos Juntos" en la costanera local.

Cuando puso sus pies en el agua se preguntó “¿Qué estoy haciendo acá?”, la misma inquietud que sentía Jimena Lacour en la piel era compartida por las otras tres chicas (sobre un total de 20 nadadores) que se acercaron a los bautismos en el mar, que todos los domingos a las 9:30 promueve –en forma libre y gratuita- la agrupación de Natación en Aguas Frías, “Nademos Juntos”.

Para la psicóloga salteña y comodorense por adopción –hace 11 años se radicó junto a su familia- la inquietud solo le duró unos pocos minutos.

“El frío de la mar se contrarresta con la calidad humana del grupo, que siempre estuvieron en los 350 metros que recorrimos, siempre alentando, siempre atentos a nuestras necesidades. Respetando el ritmo de aclimatación y progreso de cada uno”, recalcó Jimena Lacour a El Patagónico.

Lo primero que siente el cuerpo en contacto con el agua fría es una sensación de miles de agujas pinchando la zona del cuerpo. Esto dura unos instantes, luego el cuerpo tiene una capacidad de adaptación sorprendente. No por eso se deja de sentir el frio, pero ya es otra la relación que establece uno con su cuerpo y la pileta natural.

“Somos todos distintos, en mi caso además del traje de neopreno, necesité guantes y calzado. Hubo otros que nadaban en ‘cuero’. La experiencia es inolvidable, y salís fortalecida en todo aspecto, cuándo caes en la cuenta que si nadaste casi en pleno invierno en el mar, podes hacer muchas cosas más”, expresa Jimena.

En su caso fue la segunda vez –la primera inmersión había sido el martes pasado- y la mejora fue notable.

“Siempre leía que había convocatorias para sumarse a nadar en el mar. Y Juan Manuel (Tetamanti) siempre me insistía a que me sume. Fui el martes e hice lo que pude con un mar un poco más picado. Pero el domingo sentí que nadaba más ordenada, en un estilo crol y sin tragar tanta agua”.

El recorrido fue de 350 metros, hasta un barco denominado “Minga”, en ese trayecto los miembros de “Nademos” acompañaron cada tramo de los debutantes, sin dejar de alentar y velar por su seguridad.

“Lo de los chicos (Nademos) es algo a destacar. Yo soy lenta para nadar, necesito mis tiempos, y los chicos iban y venían. Incluso hubo una compañera que se mareo, la acompañaron afuera del agua. Y cuando estuvo lista volvió con mayores energías. En ‘Nademos’ te encontrás con gente muy cálida y abierta de pensamiento. Que se alegra cada vez que se acerca gente. Sin dudas voy a volver a ‘bautizarme’ el domingo que viene”, sentenció.

La agrupación “Nademos Juntos” son personas que no persiguen lucro alguno, solo disfrutar del mar y hacer comunidad. Entre ellos hay una variedad de personalidades, que van desde quienes sólo desean dar unas vueltas en el mar, hasta los ‘Domadores’ que extienden su mirada más allá del horizonte.

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