Los seis últimos testigos que fueron ofrecidos durante la audiencia preliminar, prestaron declaración ayer ante el tribunal que está presidido por Miguel Caviglia e integrado por Raquel Tassello y Daniela Arcuri.
El primer testigo fue el suboficial principal de Criminalística, quien se refirió a un informe técnico fotográfico que realizó en la inspección ocular efectuada en el bar Bacarat II. En ese marco recordó haber visto un proyectil en cercanías de la ventana y una vaina calibre 22 largo sobre la mesa de pool. También dijo que una persona que aquella noche se encontraba dentro del bar le contó que la víctima llegó acompañada de un amigo, jugaron al pool, después entró otra persona y se produjeron unas explosiones cerca de la puerta.
El otro testigo que conocía a la víctima dijo que se encontró con él y le preguntó: “¿qué te pasa?”, “tuve una discusión pero no pasa nada”, le refirió Chutney. Se sentó y a los cinco minutos un flaco le disparó”, dijo y señaló al imputado Beltrame como el agresor. También recordó que asistió a la víctima y éste le pidió que le avisara a su madre que lo habían herido. “Ñaró -por el dueño del local- me dijo que lo saque para afuera”, pero él se negó, relató.
A su turno, una mujer recordó que se levantó a pedir un cigarrillo y se escucharon los disparos. De igual forma mencionó que a Cristian lo querían sacar del local, pero otras personas se oponían ya que estaba herido. Por último acompañó al herido en la ambulancia hasta el hospital.
Finalmente prestó su testimonio un licenciado en Criminalística quién se refirió a la mecánica del hecho y una pericia balística realizada con las vainas servidas y los proyectiles secuestrados. Al respecto, sostuvo que las vainas fueron disparadas por la misma arma y que son compatibles con los proyectiles secuestrados.
Tras escuchar a los testigos se dio lectura al cúmulo de prueba documental, luego de lo cual el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el martes, ocasión en la que se producirán los alegatos de las partes.