Una requisa de rutina efectuada por efectivos de la Seccional Segunda en el sector de calabozos llevó a encontrar varios elementos punzantes y cortantes que pueden atentar tanto contra la vida de los recluidos, como así también de los celadores.
Las “púas” secuestradas están confeccionadas por clavos largos, o un hierro de construcción al que los detenidos se toman el tiempo de sacarle punta.
Incluso los detenidos se las ingenian para hacerle mangos a las puntas para poder sujetarlas mejor en caso de tener que utilizarlas.
En este caso, una de las puntas tenía un mango con papel maché, elaboraba masticando desechos de papel.
Lo concreto es que sorprendió a los oficiales la dedicación de los reos en realizar este tipo de armas “tumberas” que a la hora de la requisa son escondidas en salones que todos utilizan. Es que los presos se cuidan en tener ese tipo de armas en sus respectivas celdas, para no ser blanco de apercibimientos.
En la Seccional Segunda los detenidos están hacinados, ya no hay lugar para alojarlos. Incluso algunos de los últimos detenidos debieron dormir en el suelo de la sala de visitas donde se habilitó una suerte de celda.
Ya hubo intentos de motín en esa comisaría, como el de febrero pasado que protagonizaron Cristian Córdoba y Carlos Antonio Uribe -este último uno de los reos de la lista que pueden ser liberados en forma anticipada-.
La última fuga de esa dependencia, en tanto, data del martes 16 de abril de 2013. Ese día Juan Manuel Espina, un detenido por robo agravado, evadió la seguridad saliendo por la puerta trasera.
- 20 junio 2014