Ser testigo de la historia

Nació en Río Cuarto y de muy chico se fue a vivir a Rada Tilly, en ese lugar creció y se crió. Al terminar la secundaria, volvió a Córdoba a estudiar Cine y Televisión. Hace unos años vive en Santiago de Chile y fue testigo del estallido social el cual registró en un documental que hoy recorre los festivales de todo el mundo.

Marcelo Lagreze se considera patagónico por elección , pero nació en Río Cuarto, Córdoba. Como su padre trabajaba en la industria petrolera, se mudaron a Comodoro Rivadavia cuando era pequeño y vivieron en Rada Tilly. Allí hizo la escuela primaria y terminó la secundaria en el colegio Perito Moreno.

Luego se mudó a Córdoba, donde estudió licenciatura en Cine y Televisión, y al terminar volvió a Comodoro Rivadavia a trabajar. Ahí fundó, junto a Emanuel Díaz y a Gastón Ergas, Panorámica Productora, proyecto en el cual comenzó a transitar su camino en la profesión audiovisual.

Cuando era adolescente viajaba siempre a vacacionar al norte de Chile, y allí conoció varios amigos. En uno de sus viajes, con motivo del casamiento de uno de ellos, desembarcó en Santiago de Chile, ahí encontró un lugar para seguir desarrollando su pasión y decidió mudarse e instalarse en la capital chilena.

Desde hace unos años trabaja de forma independiente en productoras de publicidad como director, montajista y asistencia de dirección. Su vida transcurre entre el trabajo, viajar todos lo que se pueda, sacar fotos y generar proyectos personales.

En octubre de 2019 vivió y fue testigo de un hecho histórico: el estallido social que tuvo en jaque al gobierno de Piñera, donde miles de jóvenes encabezaron la lucha por reclamos ignorados por décadas y se volvieron la voz de todo un pueblo, que, durante muchos años, estuvo callado.

Con su cámara como testigo decidió no quedarse al margen de lo que sucedía y comenzó a documentar y a registrar lo que estaba pasando delante de sus ojos. “Si uno se dedica a esto, tiene como obligación salir a documentar, participar, en definitiva, ser parte de lo que está pasando”, relata el Marcelo.

Entonces comenzó a ir a las manifestaciones, allí conoció a gente de la primera línea, quienes se ocupaban de mantener a la policía lejos de los manifestantes. Ellos lo protegían con los escudos de los gases lacrimógenos y los disparos, mientras Marcelo grababa y sacaba fotos. También entabló relación con integrantes de la Cruz Roja y de la Radio de la Plaza de la Dignidad, quienes tuvieron una participación muy activa.

Cuando empezó a ver el material que estaba recopilando, se dio cuenta que se le podía dar una vuelta, para que no sea un “típico documental”, sino que sea un documental ensayo. Mientras trabajaba en la edición, paralelamente indagaba en material de lectura, de esa búsqueda sale el poema “El derecho al delirio” de Eduardo Galeano, que es el hilo conductor del documental.

Tanto este corto, como otros trabajos realizados por el productor audiovisual, tienen la particularidad que fueron filmados íntegramente con el celular. Si bien Lagreze, cuenta con excelentes equipos y la mejor tecnología para filmar, elige el teléfono móvil como herramienta por la versatilidad que le da al momento de moverse y mezclarse entre la gente, ya que la misma no se siente tan invadida con un dispositivo que forma parte de la cotidianeidad, esa modalidad de registro es conocida como “Mobile Filmmaker”.

“El documental fue un proceso bastante largo, comenzó el 19 de octubre de 2019 y de repente me encontraba pasando año nuevo ahí, de hecho, tengo un registro de eso”, cuenta Lagreze. Aquí se puede ver el video de eso: https://vimeo.com/454368202

A mediados de enero del 2020 sufre un accidente que lo deja temporalmente inmovilizado y luego comienza la pandemia, razón por la cual sigue encerrado en la casa. En ese tiempo se dedicó a terminar el documental y a darle forma. Una vez listo, empezó a dar a conocer el corto que nombró “La Utopía De Los Indignados” en diferentes festivales y el primer premio que recibe es el la India, Mumbai.

“Ahí me di cuenta que había un potencial en el documental, la verdad me sentí afortunado, porque tenía un registro de un hecho histórico, por estar en el momento y el lugar indicado”, dice Marcelo, y agrega: “Después pasa por uno, que hacer con ese material, cómo usarlo y qué obra armar”.

“La Utopía De Los Indignados” ya fue seleccionado en 24 festivales y obtuvo 8 premios. En estos días se definen 2 finales más de esos festivales, en noviembre en Bélgica y en diciembre en África, y aún hay más festivales en los cuales puede seguir participando con la posibilidad de recibir más menciones. “Más allá de los premios, lo que uno hace, lo hace por el compromiso de sumar un granito de arena. Hay trabajo para los gastos y trabajos para los gustos, y esto es un trabajo que se hace muy a gusto y el mayor rédito es el impulso a seguir haciendo”, finaliza.

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