Los muertos por el derrumbe en la ciudad de Neuquén aumentaron a tres, con el hallazgo de otra persona sin vida entre los escombros de la obra en construcción desplomada el jueves.
El gobernador neuquino, Jorge Sapag, calificó ayer el derrumbe del supermercado en la capital provincial, que provocó varios muertos y heridos, como una “tragedia tremenda que enluta a todo el país”. En su primer contacto con la prensa desde el derrumbe, que se produjo pasadas las 19:45 del jueves, Sapag dijo sentir “un inmenso dolor ante una tragedia tremenda, que enluta no sólo a la provincia sino a todo el país”.
Además, el gobernador contó que recibió el llamado de la presidente Cristina Fernández, quien le transmitió “el dolor” por lo sucedido y puso a disposición la “colaboración para todo lo que sea el rescate” de las personas que aún permanecen bajo los escombros.
Según detalló Sapag, hasta el momento “hay seis familias que están muy preocupadas” porque están convencidas de que sus familiares estaban haciendo las compras en ese momento.
Pese a que evitó dar precisiones sobre las responsabilidades del hecho hasta que se realicen las pericias, Sapag aseguró que irán “hasta las últimas consecuencias” para encontrar a los culpables.
“Cedieron las planchas de hormigón y las columnas. No aguantaron las columnas y la platea y colapsaron dos en forma de abanico, y eso provocó los dos decesos”, explicó Sapag. Grupos de bomberos y la policía provincial continuaban trabajando para rescatar a aquellas personas que aún permanecen debajo de los escombros.
- 27 octubre 2012